Un complejo momento atraviesa la Fundación Las Rosas, lo que ha llevado a la institución a cerrar el ingreso de nuevos abuelos mientras se busca afanosamente la captación de socios que permitan la continuidad del trabajo social que realizan.

Según indicó el capellán de la Fundación Las Rosas, el presbítero Andrés Ariztia, el actual momento de la institución es complejo debido al ingreso de ancianos que en su mayoría padecen alzheimer y múltiples patologías. Esto, desglosado en cifras, genera que por cada ingreso se debe buscar un aporte de 300 mil pesos.

Hasta ahora el escenario es complicado, asegura el sacerdote, lo que se refleja en el cierre de ingresos y una numerosa lista de espera en el Bío Bío. Pese a ello dice confiar en la generosidad de la gente.

Según señala el presbítero, en la región existen dos hogares -Arauco y Talcahuano-, que requieren de la captación de nuevos socios, y agregó que pese a tener apoyo del Senama es necesario una política de Estado que proteja a la tercera edad junto con regular los hogares clandestinos, que lucran sin las comodidades necesarias para los ancianos

Para costear los cuidados de un residente se requieren 60 amigos con un aporte promedio de 5 mil pesos cada uno. En la Región del Bío Bío faltarían cerca de dos mil, según la cifra estimativa. Para hacer una comparación, el Estado invierte en un reo entre 250 y 300 mil pesos mensuales en mantención en recintos públicos y cerca de mil en recintos concesionados, mientras que en el caso de los abuelos desvalidos se requiere algo similar que no existe.