El diputado DC y médico, Víctor Torres, valoró los anuncios realizados ayer por la Presidenta Michelle Bachelet, relacionados con despenalizar el aborto en condiciones específicas como son inviabilidad del feto, peligro en la salud de la madre y en caso de violación y formuló un llamado a “debatir con seriedad y sin dogmatismos ni caricaturas”.

“Me parece correcto que la Presidenta Bachelet plantee la necesidad de abrir el debate en esta materia, toda vez que el Estado chileno ya entre los años 1931 y 1989 se había hecho cargo de algunas situaciones como las mencionadas en esta oportunidad, y que sólo fueron eliminadas en 1989 por un decreto ley dictado por el entonces Almirante Merino, que modificó el Código Sanitario y eliminó el aborto sin haber hecho una consulta ni un debate al respecto”, argumentó.

A su juicio, los anuncios del gobierno dejan en claro que “aquí no se ha planteado avanzar hacia la legalización del aborto libre, sino que se está planteando la posibilidad de despenalizar en tres situaciones particulares, dramáticas y conflictivas, vale decir, no sumar a la situación que están viviendo las familias una pena más, como es frente a la decisión de optar por resguardar la vida de la madre, la posibilidad de ir a la cárcel”.

Torres criticó “las posiciones dogmáticas y dobles estándar” de quienes “están de acuerdo que existan abortos por decreto y no por ley”, asegurando que sólo desvirtúan argumentos planteando “que esto significa la legalización del aborto libre, y eso es una mentira del porte de una catedral, sin embargo hacen vista gorda de los abortos que si se realizan en caso de riesgo de la vida de la madre, porque por decreto así se permite”.

Respecto de las opiniones vertidas por monseñor Ricardo Ezzati y el ex presidente Sebastián Piñera, quienes vincularon el aborto con la ley de protección animal, el diputado quien es integrante de la Comisión de Salud, indicó que “se equivocaron profundamente, hacer este símil entre los animales y las vidas humanas sólo profundiza la distorsión del debate y claramente uno entiende que se distorsiona el debate cuando se le acaban los argumentos”. Y agregó, “lo que esperaría de la Iglesia Católica es permitir no tan sólo la defensa de la vida sino que de la dignidad de aquella vida que estamos planteando, y también desde un punto de vista de caridad y acompañamiento tener la posibilidad de abrirse a discutir y no cerrar la puerta con este tipo de declaraciones que son completamente odiosas y equivocadas”.