La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este jueves la primera tentativa de reforma de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) tras las revelaciones de Edward Snowden, sin el apoyo de ONG y empresas de Silicon Valley, que critican la ambigüedad del texto.
Cerca de un año después de las revelaciones del excontratista de la NSA, la Cámara aprobó por 303 votos a favor y 121 en contra el proyecto de ley “USA Freedom” (EEUU Libertad), la primera reforma de los programas de vigilancia electrónica de la agencia desde los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Según el texto aprobado, que aún tiene que ser tratado por el Senado en las próximas semanas, la NSA no podrá obligar a los operadores estadounidenses a entregarle íntegramente los metadatos (horarios, duración, número) de las llamadas realizadas sobre sus redes en Estados Unidos.
Para obtener esos datos, el FBI y la NSA deberán contar previamente con una orden individual del tribunal secreto dedicado a las escuchas, la Foreign Intelligence Surveillance Court (Fisc), sobre la base de una sospecha “razonable”.
Sin embargo, tras conversaciones con la Casa Blanca, calificadas de “intensas” por un legislador, algunos pasajes muy técnicos fueron modificados el martes respecto de la versión aprobada en comisión el 8 de mayo. La Casa Blanca hizo saber el miércoles que apoyaba plenamente esta nueva versión.
El cambio provocó una airada reacción de la amplia coalición de organizaciones defensoras de la privacidad y de los gigantes de internet, entre ellos Google, Apple y Microsoft. Sostienen que la reforma efectivamente impide la recolección integral de los datos electrónicos del conjunto de los estadounidenses, pero que nada impedirá que la NSA vigile masivamente a un grupo de personas, potencialmente a millones.
“La última versión crea un vacío jurídico inaceptable, que podría permitir la recolección masiva de datos de internautas”, estimó en un comunicado la coalición form Government Surveillance (‘Reforma del Espionaje Gubernamental’), que reúne a AOL, Apple, Dropbox, Facebook, Google, LinkedIn, Microsoft, Twitter y Yahoo!.
“Comparto vuestra decepción”, declaró el coautor del proyecto de ley, el representante Jim Sensenbrenner. “Pero lo mejor es enemigo de lo bueno”, agregó tras ufanarse de que las nuevas disposiciones aumentan la transparencia de las actividades de la NSA.
“Es el fin de las leyes secretas, si la administración viola el espíritu de la ley, todos lo sabremos”, dijo.