El ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, salió a explicar este lunes algunos de los puntos del primer proyecto de reforma educacional, enviado este lunes al Congreso.

Eyzaguirre minimizó la polémica respecto a los establecimientos denominados “emblemáticos”, los que contabilizó en apenas 50 de los más de 11 mil colegios que hay en todo el país.

Asimismo, declaró que “los colegios emblemáticos tienen en general métodos pedagógicos que dicen relación con niños con gran velocidad de aprendizaje, y probablemente los niños que han sido los mejores en su medio ambiente, pero que provienen de escuelas con una insuficiente formación, van a requerir métodos especiales para ponerse al día”.

Señaló además que “esto ya lo están haciendo las universidades con gran éxito, en los así llamado propedéuticos, y los vamos a generalizar, y se les hace un seguimiento y un grupo de facilidades especiales a jóvenes en primero y segundo año de universidad cuando provienen de sectores más vulnerables y los resultados son muy estimulantes”.

“Los colegios tendrán que adaptar programas de nivelación para aquellos niños que vienen eventualmente de una formación básica más rezagada”, puntualizó.

Sobre los colegios particulares pagados, el titular de Educación comentó en el curso de los próximos dos años los colegios que hoy tienen fines de lucro deberán transformarse en fundaciones.

“En el caso del fin del lucro, lo que el proyecto de ley establece es que en el curso de los próximos dos años aquellos colegios que hoy día son sociedades o distintas instituciones legales con fines de lucro, deben transformarse en sociedades sin fines de lucro, lo que todo el mundo entiende como fundaciones”, explicó.

Eyzaguirre señaló que “una corporación sin fines de lucro o fundación no puede retirar utilidades, por cuanto su contexto legal obliga a que cualquier excedente sea reinvertido en el colegio”.

El ministro señaló que “como no hay lucro, por tanto, como no hay posible retiro de utilidades, la pregunta en cuestión es qué va a hacer el sostenedor para recuperar la inversión que ha hecho en el colegio o eventualmente pagar las deudas que tuviese, que fue la forma en que financió dicha inversión”.

“Aquí hay distintas avenidas que son enteramente voluntarias, en primer lugar, no es lo que nosotros favorecemos pero está en su libertad, si habida cuenta que ahora para recibir una subvención el colegio no puede tener fines de lucro, el sostenedor decide cambiar sus recursos, que son suyos, a otro tipo de actividad o giro, lo puede hacer perfectamente”, precisó.

Agregó que “seguidamente, puede ser que, y esperamos que en muchos casos sea lo que los sostenedores adopten, transformarse sin más en sociedades sin fines de lucro y aportar la infraestructura a esta sociedad sin fines de lucro en la medida que muchas veces los sostenedores son al mismo tiempo los directivos de los colegios y los gestores”.

Eyzaguirre indicó “que una sociedad sea sin fines de lucro no es obstáculo para que la gestión en un colegio sea adecuadamente remunerada, por tanto un director, un director de administración y finanzas pueda tener una remuneración, eso no es lucro, y por tanto podrá continuar operando el colegio recibiendo una compensación justa por aquello”.

En cuanto a los plazos que involucra el proyecto presentado por el Ejecutivo, Eyzaguirre aseguró que “en el caso del financiamiento compartido de los colegios que cobran el tope, que hoy día es del orden de los 84 mil pesos, ese tope irá disminuyendo gradualmente y tendrá que hacerse nulo o cero solamente en el año diez, a contar de la aprobación de la ley”.