El gobierno de Estados Unidos inició el lunes un proceso contra cinco oficiales del ejército de China, a quienes acusa de robar secretos estadounidenses para ayudar a empresas estatales, informó el Departamento de Justicia.
“Es un caso en que alegamos espionaje económico por parte de miembros de las fuerzas armadas chinas, y representa la primera vez que se presentan cargos contra agentes de un estado por este tipo de piratería”, dijo el Fiscal General, Eric Holder, al presentar el caso ante un jurado en Pensilvania (este).
Los cargos fueron presentados contra cinco integrantes de la Unidad 61398 del Ejército Popular de Liberación (nombre del ejército chino), por supuestamente haber robado secretos de la industria estadounidense de acero para beneficiar a empresas estatales chinas.
Los acusados fueron identificados como Wang Dong, Sun Kailiang, Wen Xinyu, Huang Zhenyu y Gu Chunhui, oficiales de la Unidad 61398, del Tercer Departamento del Ejército Popular de Liberación”, informó el Departamento de Justicia.
Los cargos afirman que los chinos entraron al sistema informático de Estados Unidos para obtener ventajas competitivas, afectando con eso a seis empresas estadounidenses, entre ellas Westinghouse Electric y US Steel Corp., así como a sus trabajadores.
Holder dijo este lunes que el juicio debe servir como una “advertencia”.
“Esta administración no tolerará acciones por parte de ninguna nación que se proponga sabotear empresas estadounidenses y minar la integridad de la libre competencia en el funcionamiento del mercado”, expresó Holder a la prensa.
De acuerdo con el alto funcionario estadounidense, el juicio “deja claro que los actores estatales que participen en espionaje económico, aún a través de la red Internet desde oficinas en Shanghai, serán descubiertos y que buscaremos su arresto y procesamiento ante una corte estadounidense”.
El Departamento de Justicia informó que este juicio es resultado de varios años de investigaciones.
La demanda marca una escalada en la disputa entre las dos mayores economías mundiales sobre el pirateo de información comercial, que se convirtió en una fuente de irritación frecuente en la ya compleja relación entre Washington con Pekín.
Estados Unidos ha acusado a China de desplegar una vasta campaña de ciberespionaje con el apoyo del gobierno para robar información confidencial a empresas estadounidenses.
El presidente Barack Obama evocó el tema con China luego de que un estudio privado concluyera que el robo cibernético cuesta a Estados Unidos miles de millones de dólares anuales.
China responde que la actitud de Washington es hipócrita, dado que realiza un masivo espionaje a nivel mundial, como revelaron los informes del ex contratista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) Edward Snowden.