Las autoridades forenses elevaron a 33 el número de niños muertos en el incendio de un autobús en Colombia, mientras la fiscalía anunció el lunes que formulará cargos contra dos personas por la tragedia, incluido el conductor del vehículo.

Un informe preliminar daba cuenta de 32 menores calcinados, entre los tres y 12 años, pero el director del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, Carlos Valdés, afirmó que ya son 33 las víctimas mortales.

“Hasta este momento, lo que conoce el Instituto, son 33 niños” muertos, sostuvo el funcionario en conferencia de prensa.

Los menores regresaban el domingo de un servicio religioso cuando el autobús de uso escolar en que se movilizaban quedó prendido en llamas en una vía de la localidad de Fundación, en el norte de Colombia.

Otros 20 pequeños fueron trasladados a hospitales, y tres de ellos están graves. En total se transportaba 52 menores dentro del autobús que había sido contratado por una iglesia evangélica pentecostal.

Las autoridades dijeron este lunes que el vehículo transitaba de forma ilegal, y que el chofer, un mecánico de 56 años, en poder de la policía, no tenía licencia para conducir.

La justicia formalizó la captura del conductor Jaime Gutiérrez y de Manuel Ibarra, miembro de la iglesia evangélica y quien contrató el vehículo. “La fiscalía les va a imputar homicidio culposo agravado”, sostuvo el fiscal Luis González, sin precisar la posible condena que enfrentan.

Por su parte, el organismo forense anunció que deberá someter los cuerpos a pruebas genéticas debido a su “estado de carbonización”.

Entretanto, los familiares recibirán de forma simbólica bóvedas para que puedan realizar una “ceremonia colectiva”, y conforme avance la identificación tendrán los restos de sus hijos, según Valdés.

“Hemos realizado 14 necropsias”, detalló el funcionario.