Moscú cuestionó el sábado la legitimidad de las elecciones presidenciales previstas para el próximo 25 de mayo en Ucrania mientras continúan los combates entre nacionalistas y prorrusos en el este del país.

“¿Pueden unas elecciones celebradas en medio del fragor de las armas cumplir con las normas democráticas del proceso electoral?”, se preguntó el ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.

Al mismo tiempo, urgió a las autoridades de Kiev a “cesar inmediatamente las operaciones militares” en el sureste del país.

El ejército ucraniano lanzó una operación el 13 de abril para retomar el control del este de Ucrania, en manos de los rebeldes prorrusos, que Rusia considera como una “una acción punitiva” de Kiev “contra sus propios ciudadanos”.

La cancillería rusa indicó que durante la noche las fuerzas ucranianas intentaron tomar la ciudad de Slaviansk, en la región de Donetsk, utilizando apoyo aéreo y artillería pesada.

Moscú, que precisó que varias personas resultaron heridas en el ataque, acusó a Kiev de “crear una verdadera amenaza para la vida de los civiles”.

Tras lanzar la operación militar para retomar el control de las regiones de Donetsk y Lugansk, en manos de los separatistas prorrusos, el gobierno prooccidental de Kiev intenta desde hace poco retomar el diálogo con los ciudadanos del este de Ucrania.

Sin embargo, Moscú consideró que Kiev utiliza este diálogo de reconciliación nacional “como una tapadera para las acciones agresivas” e instó a los occidentales a que convenzan a las autoridades ucranianas de “llevar a cabo un verdadera, y no una falsa, reconciliación nacional”.