El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, destacó este sábado como un “paso mayor hacia la paz” el acuerdo entre el gobierno colombiano y la guerrilla FARC sobre drogas, enmarcado en los diálogos de paz.
Insulza dijo que “el narcotráfico ha sido responsable de parte importante del aumento de la violencia en Colombia y el compromiso de combatirlo constituye un paso mayor hacia la paz”, según un comunicado de la OEA
El acuerdo “nos alegra y nos hace abrigar esperanzas sobre la posibilidad de que la paz se alcance muy pronto en ese querido país”, siguió la nota citando a Insulza.
Las FARC y el gobierno colombiano dieron un paso clave hacia el fin del conflicto de medio siglo al cerrar el viernes un acuerdo sobre drogas, a pocos días de las presidenciales del 25 de mayo y en coincidencia con el anuncio de una tregua unilateral de las guerrillas.
Insulza felicitó al presidente Juan Manuel Santos “por el liderazgo en un proceso que ha sido difícil y que se conduce sin despejes de terreno y sin treguas, alcanzando resultados sustantivos”.
La cabeza de la institución regional celebró además la decisión de las FARC (junto al ELN, la otra guerrilla izquierdista aún activa en Colombia) de suspender temporalmente sus ataques. “Si fuera definitivo, sería una gran noticia”, afirmó.
“Espero que el paso adelante de la negociación, unido a los anteriores acuerdos sobre tierras y participación en política, sea un estimulo a los negociadores para concluir pronto los temas pendientes y alcanzar la paz que los colombianos y todos los americanos anhelamos desde hace tanto tiempo”, concluyó Insulza.
El último acuerdo prevé una campaña de erradicación de los cultivos ilícitos, con la posibilidad de erradicaciones forzosas en caso de que algunos campesinos se nieguen a dejar de cultivar.
La Solución al Problema de las Drogas Ilícitas es el tercero de los seis puntos de las conversaciones de paz que llevan adelante el gobierno y las FARC en La Habana, con Cuba y Noruega como garantes.
Los puntos pendientes en la agenda son el abandono de las armas, la reparación de las víctimas y el mecanismo para refrendar un eventual acuerdo de paz que ponga fin a un conflicto armado de medio siglo que ha dejado cientos de miles de muertos y unos 4,5 millones de desplazados.