El Real Madrid arrolló a su compatriota Barcelona por 100-62, este viernes en Milán en la segunda semifinal de la Euroliga de básquetbol, con lo que se ganó un lugar en la final del torneo, donde se enfrentará el domingo al Maccabi Tel Aviv, que poco antes había superado 68-67 al CSKA Moscú.
El duelo entre equipos españoles en las semifinales era una reedición del jugado hace un año en la ‘Final Four’ de Londres, donde los madrileños también se impusieron a los catalanes (74-67), aunque luego cayeron en el último partido ante el Olympiakos griego.
El Real Madrid, ocho veces campeón de Europa, aspira a su primera corona continental desde 1995. Además, cabe señalar que será el favorito en la final, especialmente tras su exhibición de este viernes ante un Barça que había impresionado en el Top 16 del torneo.
El equipo blanco dio un recital de juego de ataque rápido e inspirado, contra un Barcelona muy desacertado, en un partido muy diferente al que jugaron ambos equipos el pasado fin de semana en la liga española (ACB), con triunfo azulgrana por 86-72.
El Real Madrid estuvo liderado por Sergio Rodríguez (21 puntos), seguido de Nikola Mirotic (19) y Rudy Fernández (12).
En el Barça, la principal aportación la brindó Ante Tomic, con 16 puntos, pero pagó cara la estrella apagada de Juan Carlos Navarro, que apenas sumó 3.
Maccabi da la sorpresa
En la primera semifinal, el Maccabi dio la sorpresa venciendo por un punto al CSKA Moscú (68-67).
El Maccabi aspirará a su sexto título europeo, tras los conquistados en 1977, 1981, 2001, 2004 y 2005.
El equipo israelí parecía llegar al encuentro con el cartel de víctima, tras quedar apenas tercero en su grupo del Top 16 tras el CSKA y el Real Madrid, con tres veces más de derrotas que los rusos.
En esa fase de grupos, el Maccabi había sufrido dos derrotas contundentes ante el CSKA, incluida una por 100-65.
El club moscovita, en tanto, pierde por segundo año consecutivo en semifinales, tras perder en 2013 ante el Olympiakos griego, que en esta edición quedó eliminado en cuartos de final.
El CSKA aspiraba a una sexta final en nueve años y comenzó bien, llegando al descanso con ventaja 38-30.
Pero después el Maccabi despertó en el Mediolanum Forum, con un último cuarto excepcional (23-12).
En los instantes finales, el CSKA tuvo la victoria en sus manos, pero la dejó escapar. Viktor Khryapa, que firmó un buen partido (9 puntos, 10 rebotes), dejó escapar el balón de sus manos cuando estaba solo.
Tyrese Rice aprovechó después para marcar en el contraataque, a cinco segundos para el final, y el Maccabi selló su triunfo.
Un tiro desesperado de Sonny Weems de tres en el último suspiro, sin acierto, liquidó por completo las esperanzas de los rusos en su dramático final.
El CSKA y el Barcelona tendrán que conformarse con jugar por el tercer puesto, un consuelo menor cuando llegaban con expectativas de ser campeones.