La autoridad sanitaria accedió a realizar una vigilancia epidemiológica a quienes viven cerca de la termoeléctrica Bocamina en Coronel, para establecer si las personas están afectadas en su salud debido a la presencia de elementos contaminantes detectados por la PDI en la zona.

La petición la hizo el senador del MAS Alejandro Navarro, quien sostiene que hay mucha preocupación en la zona tras conocerse el informe de la Policía de Investigaciones que dio cuenta de la presencia de metales pesados por sobre la norma en suelos de Coronel y Lota.

A su juicio, no puede ocurrir lo mismo que en Arica con el plomo, donde el Estado demoró demasiado en tomar medidas, porque los vecinos que viven hace más de 40 años junto a Bocamina I podrían estar ciertamente afectadas.

El seremi de Salud, Mauricio Careaga, dio garantías de que esta vigilancia epidemiológica se hará de acuerdo a un programa que establezcan los expertos, lo más pronto posible, y en el todo el polígono de influencia de la central termoeléctrica.

Este último punto se refiere a un análisis constante de la composición de algas y peces de la zona, tanto de su aparato digestivo como de su musculatura.

De parte de la Seremi de Medio Ambiente, en tanto, su titular Richard Vargas, adelantó que en muy corto plazo, este mes, debería estar concluido el proceso sancionatorio que la superintendencia del ramo lleva a cabo desde agosto del año pasado contra Endesa por incumplimientos de Bocamina.

La autoridad afirmó que un completo equipo de la superintenencia estuvo hace un mes en Coronel tomando muestras que se analizan prolijamente.

Mientras se planifica la toma de muestras de sangre a los vecinos del complejo, la seremi de salud debe además entregar a la justicia en un plazo de dos días un análisis que se le pidió acerca del informe de la PDI que tanto revuelo causó, y que para grupos de algueras, pescadores y vecinos, sólo vino a confirmar lo que sospechaban desde hace tiempo.