La policía turca disparó gases lacrimógenos y utilizó cañones de agua contra los manifestantes, mientras se desarrollaba una huelga de 24 horas contra la negligencia del gobierno islamista-conservador luego de un grave accidente en una mina de carbón.

La policía intervino dos veces cuando unos 20.000 manifestantes salieron a las calles en la ciudad de Esmirna (oeste) para protestar por la muerte de al menos 282 trabajadores, según el último balance provisorio, en el peor accidente industrial de la historia del país, indicó la agencia Dogan.

Kani Beko, presidente de la Confederación de Sindicatos Revolucionarios de Turquía (DISK), fue hospitalizado tras una violenta carga policial, precisó la agencia.