El presidente estadounidense Barack Obama inauguró el jueves en Nueva York el museo del 11 de septiembre, al que calificó de “lugar sagrado de sanación y esperanza”, en una emotiva ceremonia 13 años después de los atentados que cambiaron el curso de la historia moderna.
“Todos los que aquí vengan tendrán ocasión de conocer el sacrificio… Aquéllos que perdimos siguen viviendo en nosotros, en las familias que aún los aman”, dijo Obama en la inauguración del museo donde antes se erigían las Torres Gemelas del World Trade Center (WTC).
“Nada puede quebrarnos, nada puede cambiar lo que somos como estadounidenses”, agregó Obama, acompañado por su esposa Michelle, ante miles de invitados, entre ellos autoridades, familiares de víctimas, sobrevivientes y socorristas de la tragedia que dejó unos 3.000 muertos en 2011.
La ceremonia, que comenzó poco después de las 10H00 locales (14H00 GMT), se llevó a cabo en el Foundation Hall, un impresionante espacio subterráneo en los cimientos de las Torres Gemelas derribadas por dos aviones de línea secuestrados por terroristas de la red Al Qaida.
Al abrir los discursos, el exalcalde de Nueva York y presidente del memorial y museo, Michael Bloomberg, afirmó que el lugar será visto en el futuro como un lugar sagrado del país, al igual que el campo de batalla de Gettysburg (punto de inflexión de la guerra civil estadounidense en 1863), Pearl Harbor (cuyo ataque por fuerzas japonesas marcó el ingreso de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial) o el Memorial de la Guerra de Vietnam.
En el acto estuvieron presentes además el actual alcalde Bill de Blasio; el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo; su homólogo de Nueva Jersey (este), Chris Christie; y Rudolph Giuliani, alcalde en funciones cuando tuvieron lugar los atentados.
El museo construido será abierto al público el 21 de mayo, tras seis días reservados a las familias de las víctimas, sobrevivientes, socorristas y vecinos del sur de Manhattan.
El impactante museo subterráneo de siete pisos y 10.210 m2, incluye dos exposiciones situadas en los cimientos de las torres, donde fueron construidas dos enormes albercas con caídas de agua de 10 metros de altura.