La construcción del estadio de la U levantó polvo, y ahora se viene a saber que esos terrenos estaban destinados a ser una especie de Silicon Valley chileno, proyecto al que se le inyectó mucho dinero, pero del que no existe ningún registro contable.

Paralelamente, el estadio de Concepción está muy atrasado para la Copa América del próximo año, y Naval, que descendió por secretaría luego de alterar los libros y acusar que otros clubes hacen lo mismo, lleva a pensar en que la transparencia es un valor olvidado hoy.