El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió este martes que el país tiene “dos o tres meses” para hacer que la Cámara de Representantes apruebe la reforma migratoria antes de las elecciones de noviembre.

“Tenemos una oportunidad muy estrecha. Cuanto más próximos estemos de las elecciones, más difícil será hacer las cosas. Tenemos dos o tres meses para que la Cámara de Representantes” vote el proyecto, dijo Obama durante un improvisado discurso en la Casa Blanca.

El Senado estadounidense aprobó el año pasado una ambiciosa reforma del sistema migratorio, que conduciría a la regularización en la situación de unos 11 millones de inmigrantes ilegales. Sin embargo, desde entonces el proyecto permanece empantanado y sin esperanzas en la Cámara de Representantes (diputados), controlada por la oposición del Partido Republicano.

“Es difícil de concebir que este lugar (Washington) pueda ser tan disfuncional”, comentó Obama, agregando que la opinión pública apoya la reforma del sistema migratorio pero “un puñado de legisladores republicanos bloquean que la legislación sea enviada al plenario para ser votada”.

No obstante, diversos líderes de la oposición “se están dando cuenta que bloquear la reforma migratoria no es una buena idea”, agregó.

De acuerdo con Obama, estudios muestran que aproximadamente 80% de los inmigrantes indocumentados están en territorio estadounidense desde hace más de 10 años, y por lo tanto ya están “entrelazados en el tejido de nuestra sociedad”.

En la visión del mandatario, el actual sistema migratorio estadounidense “está quebrado y torna más difícil que las fuerzas del orden hagan su trabajo. Nuestro sistema es injusto con los trabajadores, injusto con los negocios e injusto con las fuerzas del orden”.

Una reforma del sistema migratorio estadounidense, dijo Obama, es importante “para nuestro futuro económico y cultural, para nuestra posición en el mundo y para nuestra seguridad”.

El lunes, el presidente de la Cámara de Representantes, el líder opositor John Boehner, dijo que una de las dificultades para someter a voto una reforma migratoria es que su partido no confía en la disposición de Obama de cumplir la ley.

Boehner insistió en la propuesta de su partido de desmembrar la reforma migratoria en segmentos y discutir parte por parte, comenzando con la seguridad fronteriza.

En noviembre, Estados Unidos acudirá a votar para renovar la totalidad de los 435 miembros de la Cámara de Representantes y un tercio de los cien escaños del Senado.