Un paro de 48 horas que iniciaron en demanda de mejoras salariales y otras reivindicaciones los conductores de buses este martes en Río de Janeiro, sede de la final del Mundial, afectaba a más del 80% de la flota y creaba caos en el transporte, informaron las autoridades.
Además, según información oficial, unos 74 vehículos habían sido dañados por los huelguistas durante sus manifestaciones.
De acuerdo con el secretario de Transporte Municipal, Alexander Sansão, dos millones de cariocas dependen de buses de compañías tercerizadas por la alcaldía de Río.
Las autoridades tomaron medidas para minimizar el impacto del movimiento y pusieron a disposición más trenes, metros e incluso transporte marítimo, este último para cruzar la bahía de Rio. Apenas entre 16% y 18% de la flota de buses de la ciudad estaba operando, según las estimaciones.
Además se movilizó a la Policía Militar, a cargo de mantener el orden, con el fin de garantizar la seguridad de los autobuses que salen de los estacionamientos.
Cinco hombres que estaban apedreando un autobús fueron detenidos en la zona oeste de la ciudad, informó el portal de noticias G1.
La paralización, que se espera dure 48 horas, ocurre después de una primera huelga el último jueves, en donde 531 buses fueron dañados o quemados por los manifestantes, con un costo de 17 millones de reales (7,6 millones de dólares).
Esta nueva medida se inició después de una audiencia el lunes que terminó sin un acuerdo entre el tribunal laboral regional, los representantes de los conductores en huelga, del sindicato de conductores y cobradores (Sintraturb – Río), este último contrario a las protestas. También estuvieron representantes de la compañía Rio Omnibus (privada).
Los conductores en huelga exigen que su salario sea aumentado a 2.500 reales (1.120 dólares al cambio actual) y el fin de la función conductor-cobrador.
Los comerciantes de la ciudad han expresado su preocupación, ya que la huelga del último jueves había provocado pérdidas de 250 millones de reales (112 millones de dólares), lo que representa el 60% de los movimientos comerciales diarios, informó Aldo Gonçalves, presidente del sindicato de comerciantes (Sindilojas) citado por el periódico O Dia.
A un mes del inicio de la Copa Mundial en Brasil, Rio ha sido escenario de varias huelgas en diversos sectores. Profesores de escuelas y universidades públicas se declararon en huelga el lunes por mejores salarios y condiciones de trabajo.
En tanto, los agentes de seguridad de los bancos llevan una huelga de 20 días, mientras que la semana pasada miembros de la Policía Federal, que paralizaron sus actividades por un día reclamando mejores salarios y planes de carrera, amenazan con hacerlo también durante la Copa del Mundo.