Tras un nuevo intento de fuga en el Centro de Internación Provisoria y de Régimen Cerrado de Coronel, el alcaide del recinto insistió en la falta de medidas de seguridad. Pese a que hace años plantearon el problema aún no hay solución y por esto los gendarmes deben redoblar los esfuerzos para suplir las falencias.
Dos intentos de fuga en poco más de una semana se han registrado en el Centro de Internación Provisoria y de Régimen Cerrado de Coronel. El último ocurrió ayer en el sector de la casa de condenados.
Allí 7 jóvenes, todos mayores de edad, premunidos de estoques, cuerdas y una escalera, intentaron escapar. Incluso uno de ellos logró llegar a la línea de fuego. El hecho terminó con tres gendarmes y tres internos lesionados.
Si bien los dirigentes de los trabajadores del recinto ya han manifestado su preocupación por la falta de seguridad en el lugar, ahora fue el alcaide del centro de Coronel, Marco Vásquez, quien dio cuenta de los problemas, indicando que los 50 gendarmes del recinto deben redoblar los esfuerzos para suplir las falencias, lo que implica un riesgo mayor para el personal. Por ejemplo, falta una garita, entre otras medidas de seguridad; una situación que hace más de 3 años fue informada a las autoridades del Sename.
Actualmente existen 40 cámaras en el centro, pero según el alcaide se necesitan otras 10 al interior del recinto, para así controlar a los 70 jóvenes que están recluidos.
El director del recinto, Pedro Marileo, dijo que en el Sename están evaluando la situación y esperan entregar una solución lo antes posible.
A los hechos ocurridos en las últimas semanas, se suma la fuga de febrero donde 3 jóvenes lograron escapar del recinto y sólo uno fue recapturado.