Hablar en público es realmente difícil para quienes se ponen muy nerviosos o sufren de pánico escénico.

Por esto, profesionales del discurso como Darlene Price, autora del libro Well Said! Presentations and Conversations That Get Results.” (¡Bien dicho! Presentaciones y conversaciones que dan resultados), afirma que en los 15 minutos antes de una importante presentación no se debe cambiar el contenido del discurso.

Sin embargo, la experta señala al portal de negocios Business Insider, que hay cosas que sí puedes hacer en esos valiosos 15 minutos anteriores a la presentación. Sean muchas o pocas personas las que te escucharán, puedes utilizar con eficacia el tiempo para preparar el cuerpo y la mente para un excelente rendimiento.

1. Usar el baño: Price explica que las ganas de ir al baño es una reacción común a la ansiedad y el nerviosismo antes de hablar en público. “¿Por qué arriesgarse? Planea con anticipación y usa el baño en los momentos previos a salir al escenario”, indicó.

2. Echar un vistazo a la sala de reuniones y los recursos audiovisuales. Asegúrate de conocer el ambiente, incluyendo la disposición de los asientos, los recursos electrónicos, el micrófono y la iluminación. Llega a la habitación temprano y procura que todo esté bien. “Este paso muestra el público al que estar preparado y ayuda a asegurar que su presentación se ejecute sin problemas”, afirma Price.

3. Conocer y saludar a la audiencia antes de hablar. Saluda y habla con tantas personas como sea posible antes del momento crucial. “Esto demuestra al público que eres accesible y agradable”, explica Price. “Incluso puedes aprenderte algunos nombres, temas e historias para usar en tu presentación. Además, tener conversaciones con tus oyentes antes de tiempo transforma el miedo al público en una conversación más natural, personal y relajada”, añade.

4. Respira profundamente varias veces.La ansiedad aprieta los músculos del pecho y la garganta, por lo que es importante disminuir ese efecto con inhalaciones profundas. “No subestimes el poder de una respiración larga y profunda lenta. Se maximiza la cantidad de oxígeno que fluye a los pulmones y el cerebro; interrumpe la respuesta de lucha o huida (que provoca el estrés)”, asegura Price, agregando que esto relaja naturalmente el cuerpo.

5. Practica tu comienzo en tu mente. Lo que estás pensando en decir para partir la charla, debe ser algo cautivante. Puede ser una cita ingeniosa, una historia personal o una sorprendente estadística. Ensaya las primeras frases varias veces porque saber exactamente cómo comenzarás, te dará confianza y podrás ver a los ojos a los miembros de la audiencia, explica Price.

6. Céntrate en pensamientos e imágenes positivas. “Aprovechar el poder de la conexión mente-cuerpo significa que puedes aprender a usar tus pensamientos para influir positivamente en las respuestas físicas de éste”, señala Price. De esta forma puedes reducir el estrés y aumentar la sensación de bienestar y control, simplemente manteniendo pensamientos positivos en tu mente. La experta recomienda reemplazar el pensamiento: “estoy tan nervioso y poco preparado que voy a hacerlo mal”, con una declaración positiva como: “Soy un experto en el tema”, “soy entusiasta y atractivo” o “soy creíble y de confianza”.

7. Sonríe: Mantén una expresión positiva y agradable en tu cara antes de hablar. “Sonreír relaja el cuerpo. Fisiológicamente, sonreír emite endorfinas en el cerebro que calman los nervios, crea una actitud agradable , y promueve una sensación de bienestar”, dice Price . Además, una sonrisa transmite confianza y seguridad en ti mismo, demostrando a la audiencia que estás feliz de verlos y entusiasta acerca de tu mensaje.

8. Bebe agua a temperatura ambiente o tibia con limón. Price asegura que esto ayuda a impedir que se seque la boca y aclara la garganta. Evita los alimentos fríos y bebidas, productos lácteos, y bebidas carbonatadas. Asegúrate de tener un vaso de agua al alcance durante tu discurso.

9. Ejercitar suavemente. Prueba con algunos estiramientos suaves, unas flexiones o un paseo a paso lento por el pasillo. “Esto libra el cuerpo de exceso de energía y envía oxígeno al cerebro”, dice la especialista.

10. Asumir una posición de pie 5 minutos antes de hablar. Si eres el anfitrión o único orador, estarás de pie de todos modos. Pero si eres uno de varios oradores, espera de pie tras el escenario. El estar parado invoca energía antes de tiempo, dándole a tu cuerpo la oportunidad de entrar en calor, y colocarse en una postura lista para la acción”, comenta Price.

Es común que quienes dan discursos, tengan experiencia o no, se ponen nerviosos antes de salir a escena. Es incómodo, pero completamente natural y hasta necesario. “De hecho, muchos oradores profesionales no quieren perder las mariposas (en el estómago). Su objetivo es aprovecharlas. Ellos realmente valoran esta oleada de adrenalina porque alimenta el cuerpo con la energía y el entusiasmo necesarios para un buen rendimiento”, enfatizó Price.