Se cree “canchero” y “entrador”. Quiere tener una noche de juerga y sexo. Y para ello se cree el mejor. Una comedia que no da concesiones al mostrar en forma descarnada, sin compasión, un chileno de unos 40 años en plena crisis matrimonial durante una noche –y mañana- de juerga… fallida.

 

Una película sin complejos, hasta cierto punto cruel, más que recomendable que sirve de espejo –en algún detalle o en mucho nos veremos reflejados- para ver y vernos –en forma individual y colectiva- en las indecisiones, la incapacidad de comprometerse, de hacerse cargo, de asumir responsabilidades, de querer ser otro en base a prototipos cargados de machismo, llenos de prejuicios, de discriminación social…

 

Una película con escenas notables, como el diálogo de las dos mujeres al inicio (impensable que lo haya escrito un hombre), el discurso de la novia argentina del hermano del protagonista o el rol del hijo de este último, por mencionar algunas. O escenas muy divertidas, como la del sombrero… Las actuaciones son buenas y parejas, y su protagonista XXX hace una interpretación destacada del personaje, haciéndolo creíble, a pesar de la nula piedad del guionista y director, Che Sandoval, con él.

 

Soy mucho mejor que voh es una película para muchos y muy diversos públicos porque permite distintos niveles de lectura y análisis, desde quien simplemente se puede reír de buena gana a quien quiera analizarla de los más diversos ángulos.

 

Una buena película que refleja de forma notable y descarnada un segmento de nuestra sociedad (al punto que, creo, es muy difícil no encontrar algunas similitudes con personas conocidas o nosotros mismos).

 

Más que recomendable, pero con una sugerencia…. Piense bien antes si ir o no con su pareja. Vaya  a verla, es más que recomendable, pero quizás acompañado o acompañada con amigos o amigas.