Para nadie es un misterio que los ministros del Interior, Rodrigo Peñailillo y de la vocería de Gobierno, Álvaro Elizalde, tienen una cercanía y un camino cruzado respecto al trabajo político que se inició durante la campaña del 2013.

Cercanía con el núcleo duro de la presidenta Michelle Bachelet, que no tiene la ex senadora por la circunscripción Maule Sur, Ximena Rincón. Esto le ha motivado sistemáticas críticas de pasillo, respecto a “tener intenciones presidenciales” o “tener agenda propia”, por lo que es normal percibir el monitoreo que se le realiza a sus actividades, en especial de los más cercanos a la Presidenta.

Pero Rincón todavía tiene una oportunidad con Bachelet, respecto a tomar el liderazgo en el Congreso de los proyectos que se están tramitando. Entre ellos, la reforma tributaria y la confección de la nueva Constitución.