Un centenar de estudiantes venezolanos se encadenó este lunes frente a la sede del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud), en el este de Caracas, en rechazo a un fallo del máximo tribunal del país que obliga a pedir autorización para protestar.

Gritando “¿dónde está la ley maldita que nos prohíbe manifestar?” y pancartas con mensajes como “luchamos por el futuro de todos”, los manifestantes se encadenaron a una baranda y árboles frente a las oficinas del PNUD, en el municipio Chacao.

El jueves pasado, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) resolvió que las protestas son un derecho político “no absoluto”, por lo que deberán contar con el aval previo de las autoridades locales o darán pie a la intervención policial para garantizar derechos como la libre movilidad, lo que ha generado críticas también de la oposición venezolana.

“Estaremos encadenados el tiempo que sea necesario, la resolución (del TSJ) fue injusta, hemos tomado esta postura para dar a entender que no vamos a permitir que nos saquen del espacio que hemos tomado pacíficamente para protestar”, dijo la estudiante Doiris Albarrán al canal privado Globovisión.

Hace un mes, estos manifestantes acampan en varias decenas de carpas frente al PNUD, bloqueando incluso parte de una transitada avenida del municipio Chacao, en el marco de las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro, iniciadas el 4 de febrero contra la crisis económica y la inseguridad.

Pese a que las protestas han bajado de intensidad, aún perduran focos de violencia principalmente en el este de Caracas.

Las manifestaciones dejan más de 700 heridos, 145 investigaciones por violación de los derechos humanos -la mayoría por trato cruel- y 180 detenidos, de los que sólo 7% son estudiantes.