En nuestro planeta hay especies que han sobrevivido por miles de años, pero que de no ser protegidos podrían desaparecer muy pronto. Así lo afirma Rachel Sussman, fotógrafa y artista conceptual neoyorquina, que ha pasado la última década buscando y documentando a los seres vivos más antiguos del mundo.
Según el portal Business Insider, Sussman se dedica a fotografiar organismos que tengan una antigüedad superior a 2.000 años. Para ello, ha trabajado a codo con al menos 30 científicos, que la asesoran en su labor.
En medio de su proyecto, ha viajado desde la Antártida -para retratar una poco conocida especie de musgo- hasta Siberia, donde documentó una colonia de bacterias (actinobacterias) de medio millón de años que viven en el permagel.
Rachel afirma que tan sólo en los últimos 5 años, han desaparecido 2 de las 30 especies que ha fotografiado, a causa de la intervención humana. La primera fue un bosque de baobabs de 13.000 años en Pretoria (Sudáfrica), el cual fue talado para abrir paso a una carretera. El otro fue un Ciprés de 3.500 años, ubicado en Orlando (Florida), el que se incendió luego e que una mujer hiciera un hueco en el árbol para fumar metanfetamina.
Con respecto a las especies vegetales, la artista comenta que la mayoría son difíciles de encontrar, ya que muchas se encuentran en ambientes hostiles a los que es difícil llegar, mientras otras ubicaciones se mantienen en secreto para protegerlos de una avalancha de turistas que podrían pasar a llevar la fragilidad de estas antiguas plantas.
Las fotos capturadas por Sussman forman parte de su libro ‘Los Seres Vivos más antiguo del mundo’.
A continuación te mostramos sólo algunas de los seres vivos que ella ha fotografiado.
1. Picea engelmannii: Este viejo árbol tiene 9.550 años y se sitúa en una montaña en Suecia. El sistema de la raíz del árbol se ha mantenido con vida durante tanto tiempo, ya que puede brotar un nuevo tronco cuando uno viejo se muere. Sussman llama a este árbol “un retrato del cambio climático”, debido a que su forma ha cambiado en los últimos años. Ella comenta que originalmente esta especie era como una “formación de arbustos”, pero en el último siglo ha comenzado a crecer directamente como un árbol tradicional, lo que parece haber sido causado por el aumento de las temperaturas en la zona.
2. Musgo antártico: Tiene 5.500 años de edad, y según la fotógrafa, fue increíblemente difícil encontrarlo. Sussman trabajó con el Polar Geospatial Center para obtener mapas satelitales de la zona que ayudaran a identificar los potenciales lugares donde hallar el musgo. A bordo de una expedición de National Geographic y con la ayuda del explorador Peter Hilary, la artista pudo encontrar e identificar el musgo.
3. Llareta: En nuestro país, en el desierto de Atacama, existe la llareta, un denso arbusto de más de 2.000 años de antigüedad. Viven tanto tiempo porque crecen lentamente – sólo 1,5 centímetros por año – y se adaptan a los ambientes nutricionalmente pobres.
4. Posidonia oceanica o pasto marino: Podrían tener alrededor de 100.000 años y están protegidos por la UNESCO. Se ubica entre las islas de Ibiza y Formentera, cerca de España. La Posidonia oceánica es una colonia clonal, lo que significa que las plantas se reproducen asexualmente a partir de un único ser y contienen el mismo material genético.
5. Extraño Eucalipto: Sussman encontró un eucalipto de 13.000 años de edad, con la ayuda de un investigador australiano, que le dio un corte de rama de una versión clonada del árbol que habita en el estado de Nueva Gales del Sur en Australia. Sussman se negó a revelar el nombre de la especie, ya que podría insinuar demasiados detalles de su ubicación y hay menos de 5 de su tipo en la Tierra.