El gobierno argentino suspendió esta semana la difusión de datos oficiales sobre la pobreza alegando “severas carencias metodológicas”, un argumento rechazado por analistas opositores que denuncian que al menos 30% de la población es pobre, contra 4,7% que indica la última cifra oficial.

La medición con la que se realizaba este índice “tenía severas carencias metológicas” y problemas de “empalme” (enlace) con el Nuevo Índice de Precios, dijo el ministro de Economía del gobierno centroizquierdista, Axel Kiciloff.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) de Argentina tenía previsto divulgar el miércoles los datos oficiales sobre el nivel de pobreza en el segundo semestre de 2013, pero las autoridades indicaron que se había suspendido sin anunciar las causas.

La polémica no tardó en llegar y este viernes el portavoz del Gobierno de la presidenta Cristina Kirchner defendió la gestión social luego que analistas denunciaron que esta suspensión de datos esconde a 15,4 millones de pobres que viven en Argentina actualmente, lo que se traduciría en 36,5% de la población, según dijeron extécnicos del INDEC al diario La Nación, crítico del gobierno.

Según el exministro de Economía Roberto Lavagna (2002-2005), quien fue funcionario del expresidente Néstor Kirchner (2003-2007), el gobierno no está dando estas cifras “porque la pobreza aumentó en este tiempo”, y ubicó en 25% la población pobre en Argentina.

La cifra de Lavagna coincide con el último índice de la Universidad Católica Argentina (UCA) que también estimó en 25% los pobres en el país sudamericano en el primer semestre de 2013.

El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, insistió este viernes en que “la pobreza y la indigencia han bajado drásticamente en los últimos años” y desestimó los datos extraoficiales publicados en gran parte de la prensa.

Según los últimos índices oficiales, la pobreza en la población urbana de Argentina fue de 4,7% durante el primer semestre de 2013, mientras que el índice de indigencia se situó en 1,5%.

“Todos los indicadores determinan clara y contundentemente que las condiciones de carácter social han mejorado de un modo sustancial”, aseveró Capitanich.

En enero de este año el Indec empezó a divulgar el índice de inflación a partir de una nueva metodología consensuada con el Fondo Monetario Internacional (FMI), luego de un largo periodo en que las estadísticas estuvieron bajo sospecha de manipulación.

Las consultoras privadas advirtieron que esta corrección, tanto en las variaciones de los precios como en las cuentas nacionales, impactarían en los datos de la pobreza e indigencia.

Argentina acumula un 10% de inflación en lo que va del año, y las proyecciones indican que rondará el 30% a finales de 2014.