Varios gobiernos de América Latina y Francia propusieron este martes ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos reactivar una discusión sobre la pena de muerte en la región que conduzca a la abolición de esta práctica “medieval”.

“Lo que se busca es darle mucha mayor relevancia a este tema generando una serie de convergencias entre los países para lograr definitivamente la abolición de la pena de muerte”, dijo Max Dinger, consultor jurídico de la cancillería de México.

Los casos reales de ejecuciones en países de la región violan acuerdos internacionales de protección de derechos humanos, denunció Dinger.

Según el funcionario, aunque esta “práctica medieval” persiste en algunos países, el movimiento abolicionista avanza “poco a poco” a medida que crecen las dudas sobre su efectividad para disminuir el delito.

México abrió en enero un debate sobre la pena de muerte en el Consejo Permanente la Organización de Estados Americanos por el caso del connacional, Edgar Tamayo, quien fue luego ejecutado a mediados de ese mes en Estados Unidos, a pesar de reclamos diplomáticos.

Este martes la delegación mexicana, estuvo acompañada de representantes ante la OEA de Panamá, Chile, Brasil, Argentina, Honduras, Costa Rica, Paraguay, Uruguay, así como el embajador de Francia, país observador de la organización regional.

“Nos une hoy la lucha a favor de la eliminación de la pena de muerte”, dijo el embajador francés ante la OEA, Jean Claude Nolla, señalando que “una justicia que mata es injusta e ineficaz”.

Por su parte, la vicepresidenta de la Comisión, Tracy Robinson, saludó el llamado de los gobiernos e instó a los demás países de la OEA a “lograr más avances” en el asunto.

La convención americana de abolición de la pena de muerte no ha sido ratificada por 22 de los 35 países miembros de la OEA.

Pero actualmente el único país de la región en llevar a cabo ejecuciones es Estados Unidos, donde unos 60 mexicanos aguardan en los corredores de la muerte.

Según Dinger, los gobierno deben también ratificar el protocolo de Naciones Unidas para abolir la pena de muerte, aprobado solo por 14 países latinoamericanos y Canadá.

Los países defensores de la abolición de la pena de muerte propondrán incorporar esta discusión en la asamblea general de la OEA que tendrá lugar en Asunción entre el 3 y 5 de junio próximo.