La guerrilla comunista de las FARC se declaró este miércoles optimista de lograr la paz, al hacer una pausa en los diálogos con el gobierno colombiano en La Habana para conmemorar el aniversario de la muerte de su fundador, Manuel Marulanda Vélez, “Tirofijo”.

La guerrillera holandesa Tanja Nijmeijer cantó con guitarra una canción compuesta por una integrante de las FARC a Marulanda, quien falleció por causas naturales a los 77 años en un campamento guerrillero en la selva colombiana, el 26 de marzo de 2008.

“Ahora nos encontramos en La Habana, buscando la paz (…). Somos optimistas, sin lugar a dudas hemos avanzado en la construcción de acuerdos parciales con la contraparte, el Estado”, dijo en un discurso Pablo Catatumbo, uno de los delegados de paz de las FARC, en el homenaje a Marulanda efectuado en el Palacio de Convenciones de La Habana, sede de los diálogos.

“Marulanda fue un consecuente guerrero de la paz”, expresó Catatumbo, quien afirmó que “las grandes mayorías” colombianas “anhelan la terminación del más largo y doloroso conflicto interno escenificado en el continente”.

Ambas parten discuten actualmente el espinoso tema de las drogas ilícitas, tras haber consensuado los puntos de reforma rural y participación política en las pláticas de paz iniciadas en noviembre de 2012 con el fin de terminar un conflicto de medio siglo.

Nacido en 1930 en una familia de campesinos liberales, Marulanda -cuyo nombre real era Pedro Antonio Marín- participó en la década de 1950 en las milicias liberales rurales creadas para escapar de la violencia de los conservadores.

El Ejército lanzó una gran operación en mayo de 1964 para acabar con una de esas milicias en la zona de Marquetalia, en el centro del país, pero Marulanda y un puñado de seguidores burlaron el cerco militar. De este núcleo surgieron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que él comandó hasta su muerte.

Las FARC son la mayor guerrilla de Colombia, con unos 8.000 combatientes, según estimaciones.

Los temas de la agenda de paz que quedan por discutir son el abandono de las armas, reparación de las víctimas y el mecanismo de refrendación de un eventual acuerdo de paz.