El incidente se produjo porque los dos ancianos, Carl Becker y su esposa Barbara, habrían ocupado el tiempo límite de permanencia en el restaurante al comer “demasiado” lento.

Según destaca The Daily Progress, todo ocurrió en Culpeper, en el estado de Virginia, EE.UU. Mientras Carl y Barbara comían, fueron interrumpidos por un asistente de aseo quien “empezó a levantar el polvo intencionalmente justo en el lugar donde estaban sentados”, aseguran al medio local.

La peor parte vendría después, cuando a la mesa se acercó un gerente, quien les dijo que la media hora ya había terminado y que el auxiliar debía hacer el aseo, pese a que el matrimonio aún no terminaba de comer. Sorprendida, la pareja llegó a casa y de inmediato redactó un reclamo a uno de los diarios de Virginia.

Curiosamente, una de las personas que advirtió la queja de los ancianos fue Shawn Moss, dueño de un restaurante local que, comprometido con un trato digno al cliente, les ofreció a Carl y Barbara la posibilidad de comer en forma gratuita, una vez a la semana, por el resto de sus vidas.

La sorpresa no termino ahí, pues Moss también ofrecerá café gratis una vez a la semana a todos las personas de la tercera edad, considerando que Carl Becker combatió en la Segunda Guerra Mundial.

Quien tampoco quiso ser menos fue la propia sucursal de McDonald’s, la que como una forma de disculparse, otorgó descuentos en CAE a la pareja mediante cupones. No obstante, los Becker no accedieron a la oferta y, según constata el periódico, devolvieron el beneficio.