La primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, llevó a sus hijas y a su madre al antiguo palacio imperial de Pekín este viernes, en una gira que según la Casa Blanca pondrá el énfasis en su diplomacia personal.

Michelle Obama, sus hijas Malia y Shasha, y su madre Marian Robinson, fueron fotografiadas junto a la primera dama china, Peng Liyuan, en el pabellón central de la Ciudad Prohibida, conocido como el Salón de la Suprema Armonía.

Los maridos de estas dos damas, Barack Obama y Xi Jinping, se reunirán la semana próxima al margen de una cumbre sobre seguridad nuclear en Holanda.

Se trata de la primera visita de Michelle Obama a China, y de su tercer viaje al extranjero sin su marido desde que se instalaron en la Casa Blanca.

La esposa del presidente norteamericano y su familia realizarán un circuito turístico clásico, pasando por la ciudad de Xian (norte) para ver su célebre ejército de terracota, y la ciudad de Chengdu (sudoeste), célebre por sus pandas.

“Nosotros consideramos que esta visita promoverá la comprensión mutua y la amistad entre nuestros dos países”, destacó el jueves Hong Lei, un portavoz de la diplomacia china.

Sin embargo, críticos en Estados Unidos protestaron porque los derechos humanos no están en la agenda –aunque Obama comerá en un restaurante tibetano de Chengdu– y por el costo de este viaje para los contribuyentes, que la Casa Blanca se negó a revelar.