Estados Unidos tildó de “absurdas” las declaraciones del presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien acusó a Washington de promover un “intervencionismo desesperado” en las protestas contra su gobierno, dijo este viernes un portavoz.

“El gobierno de Venezuela necesita enfocarse en solucionar sus crecientes problemas económicos y sociales, no en hacer absurdas acusaciones contra Estados Unidos”, dijo un vocero del Departamento de Estado.

“La solución a los problemas de Venezuela yacen en el diálogo democrático entre los venezolanos, no en la represión o en lanzar críticas contra Estados Unidos”, añadió el funcionario bajo anonimato.

Venezuela vive más de un mes sacudida por manifestaciones antigubernamentales, que han dejado 28 muertes y más de 300 heridos. En los últimos días el gobierno ha expandido la presencia policial y se han multiplicado los arrestos de manifestantes.

Las tensiones entre Venezuela y Estados Unidos han aumentado al margen de esas protestas de los ciudadanos por la alta criminalidad y la escasez crónica de productos básicos.

Luego de que el secretario de Estado, John Kerry, dijo el miércoles que el gobierno de Washington estaría “preparado” para activar “sanciones” a Venezuela, su homólogo venezolano, Elías Jaua, le respondió llamándolo este viernes “asesino del pueblo venezolano” por supuestamente alentar las protestas.

Y Maduro aseguró el viernes que “es evidente el intervencionismo desesperado del gobierno de los Estados Unidos”.

El mandatario había dicho que “hay un desbocamiento de declaraciones, de amenazas de sanciones, de amenazas de intervención. Ha habido lobby de los más altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos”.

Pero Washington insiste en pedirle al gobierno venezolano que detenga la violencia contra los ciudadanos que protestan en las calles, que levante la censura a los medios de comunicación y libere a los presos políticos como el dirigente opositor Leopoldo López, acusado de promover violencia en las manifestaciones.

Además lo exhorta a entablar un diálogo “realmente inclusivo” con todos los sectores del país, en el que medie un tercer actor, aceptado por todos, incluida la oposición.

Maduro instaló una “conferencia de paz” a la que acudieron empresarios, pero que la coalición opositora MUD y el líder Henrique Capriles tacharon de farsa.