El primer ministro interino ucraniano, Arseni Yatseniuk, advirtió el jueves en el Consejo de Seguridad de la ONU que la no proliferación de armas nucleares y la seguridad mundial se verían afectadas por la crisis de Crimea, afirmando que aún hay tiempo para una solución pacífica.
“Creemos que todavía tenemos una oportunidad de resolver este conflicto de manera pacífica”, dijo Yatseniuk en la reunión celebrada en Nueva York cuando faltan apenas tres días para que Crimea celebre un referéndum sobre su anexión a Rusia.
“No queremos ningún tipo de agresión militar”, agregó Yatseniuk ante el embajador ruso Vitali Churkin, cuyo país no reconoce a las autoridades de Ucrania que asumieron tras la destitución en febrero pasado del presidente prorruso Viktor Yanukovich.
Yatseniuk aseguró que, salvo que Rusia acepte un diálogo real, la crisis podría socavar la seguridad mundial y la no proliferación de armas nucleares.
“Después de estas acciones sería muy difícil convencer a alguien en el mundo de no tener armas nucleares”, sostuvo, en referencia al hecho de que Ucrania destruyó su arsenal nuclear en 1994, tras años después de la disolución de la Unión Soviética, bajo el compromiso de Rusia, Estados Unidos y Gran Bretaña de garantizar su unidad territorial.
En una carrera contrarreloj, los occidentales continúan intentando modificar la posición del presidente ruso, Vladimir Putin, quien se niega a retirar los miles de hombres desplegados en la península ucraniana de Crimea desde febrero.
Pero por el momento Rusia no cede, como volvió a dejarlo en claro el embajador Churkin en su discurso en el máximo órgano de Naciones Unidas.
“Rusia no quiere una guerra” con Ucrania, afirmó Churkin, recordando sin embargo a Yatseniuk que no fue Moscú quien “inició el espiral de violencia” que ha llevado a la región de mayoría rusa de Crimea a declarar su independencia de manera unilateral y organizar un referéndum para el domingo.
Respondiendo “directamente” a Yatseniuk, Churkin acusó a los europeos y Estados Unidos de haber provocado esa crisis incitando a los ucranianos a “derrocar por la fuerza al gobierno legítimo” de Yanukovich.
Churkin defendió además el referéndum del domingo, indicando que es resultado del vacío legal en Crimea, producto a su vez del “golpe anticonstitucional del gobierno en Kiev” en febrero pasado.
Rusia cedió Crimea a Ucrania en 1954, cuando las dos repúblicas formaban parte de la Unión Soviética. La península tiene dos millones de habitantes, en su gran mayoría de habla rusa.
Proyecto de resolución contra Rusia
En medio de las múltiples maniobras diplomáticas que se llevan adelante, Estados Unidos hizo circular este jueves un proyecto de resolución en el Consejo de Seguridad defendiendo la integridad territorial de Ucrania y contra el referéndum que Crimea.
Los estadounidenses buscarían que ese texto sea votado el sábado, antes del referéndum que ya fue declarado ilegal por Ucrania y las potencias occidentales, señaló el embajador británico ante la ONU, Mark Lyall Grant.
“Estados Unidos ha hecho circular un proyecto de resolución y ha dicho que habrá negociaciones para estar en posición de votar el sábado”, afirmó Lyall Grant.
Sin embargo Rusia, miembro permanente del Consejo (como Estados Unidos, China, Francia y Gran Bretaña), tiene derecho a veto, por lo que puede bloquear cualquier decisión que se intente tomar en esta instancia.
En la misma sintonía que Yatseniuk, Lyall Grant aseguró que la ventana para una solución pacífica “es estrecha pero aún existe”.
Pero para ello, Rusia debe retirar sus tropas y “debe alejarse del referéndum dejando en claro que no utilizará el resultado como excusa para una anexión”.
Por su parte, la embajadora estadounidense Samantha Power reiteró que su gobierno “apoya de manera enérgica conversaciones directas entre Ucrania y Rusia”.