Un controvertido proyecto de ley anti-gay fue vetado este miércoles por la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, sólo horas después de que las principales ligas deportivas profesionales de Estados Unidos América amenazaran con cortar los millones de dólares que aportan a la economía de ese estado.
La Liga Nacional de Football americano, que jugará el proximo Superbowl en febrero de 2015 en Arizona, así como las Grandes Ligas de Béisbol, la NBA y la WNBA de mujeres, dejaron en claro a las autoridades de Arizona que no querían ver que la medida SB 1062 se convirtiera en ley.
El proyecto de ley habría permitido que los negocios del estado se negaran a servir a los gays y las lesbianas alegando razones religiosas, lo que amenazaba con marchas de protesta hacia el capitolio estatal y el temor de la posible pérdida del turismo y los ingresos de convenciones en Arizona.
Se estima que el Superbowl de este año dejó entre 550 y 600 millones de dólares en impacto económico para la región de Nueva York, lo que podría perderse Arizona si es despojado por segunda vez de un juego por el campeonato.
Si bien no es una amenaza abierta, los jerarcas de la NFL dejaron claro que seguían de cerca las acciones de Brewer.
“Nuestras políticas hacen hincapié en la tolerancia y la inclusión y prohíben la discriminación basada en la edad, sexo, raza, religión, orientación sexual o cualquier otra norma inadecuada”, dijo el vocero de la NFL Greg Aiello en un comunicado antes de darse a conocer la decisión de la gobernadora.
“Estamos siguiendo el tema en Arizona y continuaremos haciéndolo”, añadio la nota.
El área de Phoenix ya tiene el estigma de ser la única ciudad en la historia de la NFL en haber sido despojada de un Superbowl.
La Liga de football americano trasladó en 1993 el Superbowl de Phoenix a Pasadena, California, después que los votantes de Arizona no lograron aprobar un feriado estatal pagado en homenaje al líder de los derechos civiles afroamericanos Martin Luther King Jr.
Posteriormente, la legislatura de Arizona aprobó un feriado estatal pagado para honrar a Luther King y la NFL le concedió el Superbowl de 1996 en el Sun Devil Stadium de la Universidad Estatal de Arizona, en los suburbios de Phoenix.
De su parte, la Major League Baseball, que tiene la mitad de sus 30 clubes haciendo entrenamiento de primavera y juegos de pretemporada en el área de Phoenix durante el próximo mes, se pronunció el miércoles en contra del proyecto de ley, e invocó el nombre del primer jugador afroamericano en ese deporte, que rompió la barrera racial.
“Como el deporte de Jackie Robinson, la Major League Baseball y sus 30 clubes permanecen unidos detrás de los principios de respeto, inclusión y aceptación”, dijo la organización en un comunicado.
“La MLB tiene una política de tolerancia cero para el acoso o la discriminación basada en la orientación sexual”, añadió el comunicado.
Los Phoenix Suns de la NBA, que juegan 41 partidos en casa en Arizona, y el equipo Arizona Mercury de la liga femenina de WNBA, que cuenta en sus filas con la jugadora gay Brittney Griner, también salieron firmemente en contra de la medida.
“El deporte tiene el poder único de unir, reunir a una comunidad sin tener en cuenta las diferencias individuales”, dijeron en un comunicado. “Estamos firmemente comprometidos con los principios de la inclusión y la aceptación y no podemos apoyar todo lo que no está de acuerdo con esa filosofía”.