La chilena Noelle Barahona no terminó conforme con su participación en el eslalon gigante de los Juegos Olímpicos de Sochi 2014, donde acabó en el puesto 42, y pidió al término de la prueba más ayudas por parte de los organismos deportivos de su país.
Barahona terminó con un tiempo de 2 minutos, 49 segundos y 86 centésimas, lejos de la ganadora de la prueba, la eslovena Tina Maze (2:36.87). La chilena de 23 años, a falta del eslalon, el viernes, la prueba en la que se siente menos segura, se cayó en la supercombinada, fue 34 en descenso y ahora llegó en el puesto 42 en gigante.
Hace cuatro años, en Vancouver-2010, no terminó el gigante y fue 34 en descenso, 35 en supergigante, 28 en supercombinada y 41 en eslalon. “No fue lo mejor que podría haber hecho. En la primera manga, entre el primero y el segundo tiempo intermedio estaba en el puesto 30 para luego bajar. En algunos sectores estuve bien y en otros mal”, señaló tras el gigante.
“Solo me queda el eslalon, que para mí es la peor de las cinco disciplinas. Obviamente voy a tratar de dar lo mejor de mí. No voy a decir que espero Top 30 en eslalon ni mucho menos, pero ojalá pueda tener sectores buenos como en gigante para trabajar sobre ellos en los próximos cuatro años”, dijo.
La chilena se quejó de no contar con un equipo técnico como tienen las esquiadoras de los equipos europeos. “Creo que todavía puedo mejorar mucho y voy a seguir entrenando, para prepararme bien para Corea del Sur 2018. Mi equipo técnico hizo muy buen trabajo, considerando que tengo un entrenador que hace absolutamente todo y todo muy bien” afirmó, agregando que “me prepara los esquíes, trabaja conmigo psicológicamente y en la pista. Y he llegado a Sochi lo mejor preparada posible, dentro de lo que permiten nuestros recursos”, explicó.
“Vine a correr la disciplina de velocidad con un solo entrenador. Nadie me decía nada del trazado. Mirábamos a los otros equipos, a las eslovenas, a las austríacas, que estaban en la partida y tenían 85 entrenadores. Cada entrenador les explicaba una cosa del trazado y yo no tenía ni idea de lo que me esperaba”, señaló.
La especialista nacional piensa que las ayudas de los organismos deportivos a los atletas chilenos deben ser más constantes. “Íbamos a traer dos entrenadores y justo mi otro entrenador renunció en enero. Eso complicó un poco la situación. Aunque este año tuvimos un poco más apoyo del Comité Olímpico, más apoyo igualmente de la federación, porque era año olímpico”, señaló.
“En Chile no nos dan ni un centímetro de interés durante cuatro años y llegan los Juegos Olímpicos y cinco meses antes nos dicen: ahora les ayudamos, ¿qué necesitan? Hay que tener un trabajo constante. Ahora vamos a llegar a Chile y no nos van a dar un peso durante cuatro años”, analizó. “Esto que digo es respecto a los Juegos anteriores. Ojalá este año sea distinto. No sé qué va a pasar. Pienso que se pueden tener más apoyos del comité y de la federación”, continuó.
“Yo no entiendo los manejos de la federación, cómo se mueven ellos para conseguir auspicios. Mucha gente conocida de empresas grandes me dicen: a mí la federación nunca me ha pedido ayuda. Aunque tampoco hay que decir todo negativo de la federación, porque en estos cinco meses tuvimos apoyo y ojalá sigan manteniéndose las cosas”, concluyó.