Pescadores y trabajadores de Chiloé responsabilizaron a la industria salmonera de la actual crisis que vive la pesca artesanal, esto a partir de los efectos que está causando el virus isa en la zona. También apuntaron sus críticas a la poca transparencia en materia fiscalizadora que le compete al Gobierno.
Recordemos que el último brote detectado de isavirus en un centro de cultivo de salmones en la costa este de la isla de Quinchao motivó al Servicio Nacional de Pesca a decretar la ampliación de la zona de vigilancia en la totalidad de la denominada macrozona 3, en los mares interiores de Chiloé, que aumentó significativamente el nivel de control y prevención en 31 centros de cultivos.
Para quienes trabajan o representan a la masa laboral afectada por esta infección marina, quienes deben responder por la contaminación que provoca la liberación de especies infectados con el virus isa son los empresarios del rubro salmonicultor.
Así lo señaló Luis Adué, presidente del Consejo Regional de Pescadores Artesanales y Pueblos Originarios PRODELMAR, quien catalogó como “pan para hoy y hambre para mañana” la alta presencia de cultivos en los mares de la región de Los Lagos.
De manera similar, el presidente de la CUT en Chiloé, César Navarro, cuestionó -a nombre del gremio- el rol fiscalizador de las autoridades gubernamentales. Apuntó sus críticas directamente al Sernapesca, al realizar fiscalizaciones que no son regulares ni constantes, dejando todo los protocolos inspectivos cotidianos en manos de las propias empresas salmoneras.
El gremio salmonicultor, representado por Salmón Chile, señaló a través de un comunicado que las medidas que adoptas actualmente las autoridades en materia preventiva son positivas y cuentan con el apoyo de la industria. Sernapesca, en tanto, abordaría una vez más los cuestionamientos a partir de este lunes.
Y este martes, una cincuentena de representantes de federaciones y confederaciones de la pesca artesanal se reunirán en la localidad de Estaquilla en Los Muermos, para abordar éste y otros temas, y proponer soluciones a los efectos colaterales del virus ISA, porque temen que si ahora no se aplican medidas drásticas, los recursos del mar en la zona no perdurarán más allá de 5 años en las condiciones que hasta hoy se cosechan.