A 27.000 se elevó el número de familias damnificadas por las lluvias en cuatro de los nueve departamentos de Bolivia que ya causaron al menos 44 muertos, informó este viernes el ministro de Defensa, Rubén Saavedra.

“A la fecha tenemos contabilizadas cerca a 27.000 familias damnificadas en todo el país”, dijo Saavedra, que mencionó que las regiones más afectadas son Beni (norte), La Paz (oeste), Cochabamba (sudeste) y Chuquisaca (sudeste).

El último recuento oficial del jueves cifraba el número de familias damnificadas en 24.036, además de 44 personas fallecidas y cuatro desaparecidas.

Basado en partes meteorológicos, Saavedra consideró que “esto va en aumento porque hay el pronóstico de que van a continuar las lluvias y eso presenta el riesgo de que las emergencias abarquen a más lugares del territorio boliviano”.

“Hasta el momento tenemos 27.000 familias (damnificadas), 14.000 hectáreas (dañadas) de diferentes tipos de cultivos en todo el país y 1.400 viviendas (afectadas) en varios departamentos, pero más en Beni, norte de La Paz y Cochabamba”, corroboró a periodistas el viceministro de Defensa Social, Oscar Cabrera.

Ante la gravedad de la situación, el presidente Evo Morales se desplazó a la zona de desastre en Beni. El presidente hizo un pedido a los pobladores “alejarse y abandonar la zonas que se inundan”.

La emergencia por la crecida del río Beni quedó concentrada en poblaciones como Rurrenabaque, San Buenaventura, Santa Rosa, San Ignacio y Trinidad. El alcalde de Rurrenabaque, Yerko Nuñez, manifestó que efectivos de las Fuerzas Armadas coordinan con socorristas las labores de rescate.

“Todos los niveles del gobierno nacional, las gobernaciones y los municipios tienen que activar todos sus mecanismos de auxilios” para afrontar la situación, urgió el ministro de Defensa, a cargo de los militares.

El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología pronosticó que las lluvias continuarán durante febrero.

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