El libro de Francisco Hervé transporta a través de una escritura simple, llana, casi ingenua, al mundo de este indígena fueguino y su increíble historia.

Orundellico fue llevado, siendo aun un adolescente de 15 o 16 años, por el capitán Fitz Roy a Inglaterra en 1830, luego de ser bañado y vestido como occidental.

Este indígena tekenika, bautizado en el barco como Jemmy Button, fue junto a Fueguía Basket, York Minster y Boat Memory (quien fallece en Inglaterra), todos alikhoolip.

En Inglaterra estudian y aprenden inglés y las costumbres de ese país, al punto que los tres sobrevivientes van a tomar té con los reyes, los gobernantes más importantes en occidente en ese momento.

Jemmy tuvo una vida llena de sorpresas, como conocer y acompañar nada menos que a Charles Darwin.

Finalmente Jemmy Button es víctima del progreso… al punto que hoy, donde vivió Jemmy hay dos placas recordatorias, una para Fitz Roy y otra para Charles Darwin. Nada para recordar a Jemmy Button (Orundellico) y los suyos.

El libro –gracias al gran conocimiento de Hervé, doctor en Geología de la Universidad de París, que por largos años ha adquirido sobre el tema y la zona austral- incluye muchos antecedentes y detalles sobre las características de los lugares y las costumbres de los protagonistas (Hervé visitó por años a un anciano tekenika que vivía en soledad en un islote vecino al Beagle). Así, el libro nos permite tratar, al menos, de entender esas culturas y el tremendo choque y desafíos que significaron encontrarse con navegantes de distintas nacionalidades.

Gracias al interés profundo, al amor de Hervé por esas tierras y culturas, tenemos la posibilidad de disfrutar de un libro bien escrito –sin ser gran escritura-, entretenido, fácil de leer, pero que entrega mucho contenido y nos permite tratar de entender esas culturas y parte de las razones por las que sucumbieron.

Soy Jemmy Button El Salvaje, de Francisco Hervé, de la editorial Zig-Zag, probablemente no será un superventas ya que no está en el circuito, no toca temas contingentes y el autor no será prolífico (para ser rentable), pero es un libro que en forma genuina nos acerca a una dimensión poco tratada de nuestro país y de nuestra historia: esos pueblos originarios que fueron ignorados, olvidados, masacrados…

Un libro más que recomendable.

Y algo muy personal: el libro de Hervé ha despertado en mí un gran deseo de navegar por esos mares, conocer esos parajes, esas islas, esa naturaleza.