Cerca de 2,3 millones de personas, de las cuales un tercio de turistas, son esperadas en la playa de Copacabana en Río de Janeiro la noche del 31 de diciembre para asistir a los famosos fuegos artificiales y conciertos al aire libre, informó el domingo la alcaldía.

En julio, la vigilia nocturna y la misa final de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) celebradas por el papa Francisco, habían convocado un récord de tres millones de personas en esta misma playa.

Según la alcaldía de Río, el tradicional espectáculo de pirotecnia de Noche Vieja, que comienza a la medianoche, durará 16 minutos. Unas 24 toneladas de fuegos artificiales serán lanzadas desde 11 barcos amarrados a 400 metros de la playa, para mayor seguridad.

Entre los cerca de 700.000 turistas esperados, unos 45.000 presenciarán estos fuegos artificiales abordo de nueve buques transatlánticos y otras 250 pequeñas embarcaciones.

Los hoteles de Río ya están ocupados en un 90% y las autoridades prevén que se generen 614 millones de dólares durante la celebración de fin de año.

Los cariocas, la mayoría vestidos de blanco, depositarán luego en el agua ofrendas a Yemanjá, diosa del mar en el candomblé, un culto afro-brasileño.

Para garantizar la seguridad de la fiesta en esta playa de 4,5 km de largo, fueron movilizados 1.826 guardias municipales y 1.522 policías, además de 350 bomberos.