Un lago que habría existido hace millones de años en Marte tenía condiciones para la presencia de vida, según concluyeron expertos a partir del análisis de datos enviados a la Tierra por el vehículo-robot de la NASA “Curiosity”, que explora el planeta rojo.

El lago, que actualmente está seco, podría haber servido de hábitat para microorganismos, indicó John Grotzinger, quien encabeza un equipo de investigadores del Instituto de Tecnología de California, en Caltech, Pasadena, en un artículo publicado en la revista científica “Sciente”.

Sin embargo, es incierto si en el agua hubo vida, ya que el “Curiosity” no halló indicios de vida en el pasado de Marte.

El “rover” analizó una hondonada de cinco metros de profundidad llamada Yellowknife Bay situada en el cráter Gale. Allí halló un conjunto de sedimentos de grano grueso y mediano.

Las mediciones demostraron que el cráter Gale albergó hace unos 3.600 millones de años al menos un lago, indicó en un comunicado el Imperial College de Londres, que también participó en la investigación.

En una serie de seis artículos científicos, varios equipos de investigadores describen los resultados de los análisis de las mediciones del “Curiosity” en “Science”.

Doug Ming de Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, Texas, autor principal del artículo sobre Yellowknife Bay, indicó que el “lecho del lago rico en arcilla” ofreció “elementos químicos (clave) para la vida, más agua … y una fuente de energía”, dice un comunicado de prensa de la NASA.

La investigación en Marte indica, según la NASA, que Yellowknife Bay pudo haber tenido condiciones para albergar vida “durante millones a decenas de millones de años”.

“Durante ese tiempo, ríos y lagos probablemente aparecieron y desaparecieron”, añadió.

Al menos un lago existió. Era tranquilo, tenía agua dulce y poseía algunos elementos fundamentales para la existencia de vida como carbono, oxígeno, nitrógeno y azufre.

En un ambiente similar, pueden vivir microorganismos que obtienen su energía a partir de la descomposición de las rocas, que se conocen como quimiolitoautótrofos.

“Es una idea excitante pensar que hace miles de millones de años pudo haber existido en la antigüedad en las aguas tranquilas del lago vida microbiana, que transformó en energía una rica variedad de elementos”, subrayó el coautor Sanjeev Gupta, del Imperial College de Londres.

Sin embargo, aclaró: “Es importante subrayar que no hallamos indicios de vida antigua en Marte. Descubrimos que el cráter Gale tenía al menos una vez en un futuro lejano, hace miles de millones de años, un lago, que presumiblemente tenía condiciones para albergar vida microbiana. Eso es un gran paso positivo en la exploración de Marte”.

La continuación de las investigaciones de la región podría ofrecer posiblemente la clave para responder la pregunta de si existió alguna vez vida en el planeta rojo.