Un jurado de Estados Unidos se pronunció el jueves a favor del veterano actor Ryan O’Neal en una disputa con la Universidad de Texas por una pintura de Andy Warhol de su ex amante Farrah Fawcett, afirmando que por derecho le correspondía a él.

El panel conformado por seis hombres y seis mujeres rechazó el reclamo de la Universidad de Texas (sur), donde estudió la estrella de “Los Ángeles de Charlie”, que argumentaba que ella había dejado el retrato a la institución.

Los hijos del actor, Redmond y Patrick, celebraron la decisión. Su padre no estaba en la corte ya que, según Patrick, tenía que realizarse una cirugía menor por cáncer.

“Es una sensación increíble, increíble”, dijo Patrick, quien gritó en el tribunal cuando el veredicto fue leído.

Redmond, único hijo en común de ambos actores, dijo que creía que su madre había ayudado a dirigir al jurado en la dirección correcta.

“Sé que ella tuvo algo que ver con esto allí arriba”, dijo.

El abogado de la universidad, David Beck, expresó su decepción, pero se mantuvo sin comentarios sobre una posible apelación.

La universidad demandó a O’Neal después de que la obra apareciera en la casa del actor durante un episodio del programa de telerrealidad “Ryan y Tatum: los O’Neals”.

El centro universitario alegaba que Fawcett legó todas sus obras de arte a la institución e insistía en que la pintura de Warhol debía exhibirse en su museo al lado de otro retrato casi idéntico de la actriz.

Los abogados de O’Neal afirmaron durante las dos semanas del juicio, que Warhol le dio un retrato a Fawcett y el otro al actor, de 72 años, quien aseguró que la obra estaba en casa de la actriz porque a su nueva novia le incomodaba que “Farrah la estuviera observando” desde la pared.

Fawcett nació en Texas y fue a la universidad durante tres años, pero la abandonó antes de graduarse y se mudó a Los Angeles para desarrollar su carrera como actriz.

Si bien la universidad afirma que el retrato vale 12 millones de dólares, el abogado de O’Neal, Martin Singer, ha estimado su valor en un millón y ha señalado: “La Universidad de Texas debería estar satisfecha con lo que obtuvo”.