El gobierno de Ecuador anunció este lunes que congeló los proyectos de cooperación de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), tras amenazar en 2012 con expulsarla del país por supuesta injerencia política.

La Secretaría Técnica de Cooperación Internacional (Seteci) notificó a finales de noviembre a Usaid que no podrá “ejecutar ninguna actividad nueva, ni ampliar plazos de ejecución de proyectos”, informó la entidad ecuatoriana en un comunicado.

La cooperación quedará suspendida “hasta que nuestros gobiernos negocien y firmen un nuevo convenio marco y de implementación de asistencia”, agregó la Seteci.

Por su parte, la embajada estadounidense dijo en un comunicado que intentó sin éxito negociar en los últimos dos años “un acuerdo que permita continuar el trabajo” de la Usaid en Ecuador.

A raíz del “congelamiento indefinido de las actividades”, dispuesto por el gobierno, la agencia estadounidense debió cancelar cuatro proyectos que estaban en marcha relacionados con la protección del medio ambiente y el fortalecimiento de la sociedad civil.

Ni la legación ni las autoridades ecuatorianas informaron sobre una posible fecha para discutir un acuerdo que descongele la cooperación a través de la Usaid.

El gobierno ecuatoriano recién hizo pública este lunes la decisión que había tomado contra la Usaid a finales de noviembre, a raíz de versiones de prensa sobre la decisión de Washington de cancelar la ayuda a programas de cooperación en el país sudamericano.

Al respecto, el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, de visita en Caracas, escribió en su cuenta de Twitter: “nuestro país tiene políticas claras al respecto y éstas deben cumplirse, nada más”.

Desde 2007, la agencia estadounidense aportó unos 32 millones de dólares al año para iniciativas en Ecuador, la mayoría ejecutadas por ONG’s internacionales y locales, según la Seteci.

El gobierno de Rafael Correa, que limitó el trabajo de las ONG’s tras denunciar su supuesta participación en planes de desestabilización, alega que el acuerdo bajo el cual opera la Usaid data de 1962 y no incorpora las nuevas realidades económicas, políticas y sociales del país, por lo que exige su revisión.

En junio de 2012, Correa amenazó con expulsar a la Usaid tras acusarla de financiar a grupos de oposición, y de involucrarse en política interna.

Incluso dijo que la misma medida estaba siendo analizada por otros gobiernos de izquierda de la región. En mayo, Bolivia expulsó a la Usaid con el argumento de que esa agencia estaba conspirando contra el gobierno de Evo Morales.

La decisión contra la Usaid corona un difícil año en las relaciones diplomáticas entre los dos países.

A finales de junio, el gobierno de Ecuador renunció a las preferencias arancelarias que recibía de Estados Unidos por su contribución a la lucha antidrogas, tras denunciar el supuesto chantaje de Washington para impedir que Quito analizara concederle asilo a Edward Snowden, el informático que reveló el espionaje estadounidense a escala global.

En noviembre, Estados Unidos criticó al gobierno de Correa por sus vínculos con Irán y Bielorrusia, y el asilo otorgado hace más de un año a Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, tras lo cual el mandatario dijo que no le pediría permiso a nadie para definir su política diplomática.

Estados Unidos es el principal socio comercial de Ecuador. Este año el intercambio podría cerrar en los 19.000 millones de dólares, con saldo favorable para Quito, según la embajada estadounidense.