El arancel de referencia es el tope máximo que establece el Estado para financiar una carrera de educación superior por medio de becas y créditos, y que en la actualidad se calcula midiendo la producción en investigación de los planteles y la eficiencia en docencia, además de la tasa de titulación oportuna y la retención de alumnos al primer año.

Sin embargo, a estas dos variables, el ministerio de Educación aplicará una tercera a contar del próximo año, donde se evaluará a las carreras por su tasa de empleabilidad y el promedio de remuneraciones de sus egresados.

La ministra de Educación, Carolina Schmidt, indicó que la iniciativa apunta a mejorar la calidad de la educación y que fue calificada como positiva por los rectores.

Pese a las palabras de la ministra, la medida fue rechazada transversalmente por los rectores de las universidades estatales, públicas y privadas.

El rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, se mostró decepcionado que el ministerio nunca haya tratado esta materia con los planteles.

Para el presidente del Consorcio de Universidades Estatales y rector de la universidad de Valparaíso, Aldo Valle, el nuevo cálculo que se hará de los aranceles de referencia es una nueva intromisión del mercado en la educación.

Para el rector de la Universidad Diego Portales, Carlos Peña, este nuevo factor tiene un sesgo socioeconómico y de clase.

La nueva variable se aplicará de forma progresiva desde el 2014, con un valor de 5 por ciento, para luego pasar a 10 por ciento el 2015, a un 15 por ciento el 2016 y llegar a un 33 por ciento el 2017.