El Senado belga adoptó este jueves por amplia mayoría un proyecto de ley que extiende a los menores de edad con enfermedades incurables la ley que autoriza la eutanasia, abriendo el camino para que el texto sea tratado por los diputados.

En el Senado el texto fue adoptado por 50 votos a favor y 17 en contra. Los socialistas y los liberales, miembros de la mayoría gubernamental, votaron a favor, así como los ecologistas y los senadores del partido nacionalista flamenco NVA, de la oposición.

Los senadores centristas demócratacristianos (mayoría) y del partido flamenco de extrema derecha Vlaams Belang (oposición) votaron en contra.

El proyecto pasará ahora a la Cámara de Representantes (Cámara Baja), incluso si no es seguro que los diputados tengan tiempo de tratarlo antes de las elecciones legislativas del 25 de mayo próximo.

“Queremos que esta ley sea definitivamente votada antes de la disolución de las cámaras”, declaró no obstante a la AFP la diputada socialista Karine Lalieux.

El texto prevé que un menor pueda pedir la eutanasia si es “capaz de discernir, tiene una enfermedad incurable y un sufrimiento físico imposible de suavizar” y se encuentra en fase terminal. Para ello debería recibir el diagnóstico de un equipo médico así como el acuerdo de los padres.

Los senadores descartaron para los menores el sufrimiento “psíquico”, que abre la vía a la eutanasia para los adultos.

El proyecto de ley fue impulsado desde principios de año por iniciativa del senador socialista Philippe Mahoux, autor de la ley con la que se autorizó en 2002 la eutanasia para adultos.

El senador explicó que con el proyecto quiso responder al deseo expresado por pediatras y enfermeras que enfrentan “el sufrimiento insoportable” de los niños con “sufrimientos que no se pueden aliviar” y al que sólo pueden responder de manera ilegal.

Cuando el proyecto fue aprobado en comisión, los responsables de las diferentes religiones pidieron “no banalizar el acto de dar la muerte” y expresaron su “decepción y tristeza” tras el voto de los senadores.

En 2012, Bélgica registró 1.432 eutanasias, el 2% de los fallecimientos.

En Holanda, primer país europeo en legalizar la eutanasia activa, con la administración de un medicamento que provoque la muerte, así como el suicidio asistido en 2001, la ley permite a los menores a partir de los 12 años reclamar la interrupción de vida si el médico, que está en el corazón del proceso, tiene la convicción de que no existe otra solución razonable para el paciente y que el sufrimiento “es insoportable y no tiene perspectivas de mejora”.