Veredicto condenatoria se dictó este miércoles contra el empresario Javier Garriga, acusado de estafar y se apropiarse de más de 1.800 millones de pesos pertenecientes a una veintena de familias, asegurando haber gastado el dinero en el casino de la ciudad jardín.

El fiscal que investigó el caso, Lionel González, espera que se imponga al acusado una pena de al menos 10 años de cárcel, puesto que la Fiscalía lo acusó de 8 delitos, al gastar el dinero fruto del sacrificio de toda la vida de algunas personas.

En relación a la supuesta ludopatía que alegó la defensa del imputado, para disminuir o liberarlo de culpa, el fiscal González fue enfático en señalar que, de acuerdo a la prueba rendida en juicio, no tiene el perfil de una persona que sufra ese trastorno.

“Garriga, de quien se dice tenía una propensión irreflexiva al juego, tuvo durante 10 años acceso a dinero líquido y nunca perjudicó a su propia empresa, sino que prefirió hacerlo respecto de otras personas. Fue muy selectivo. No tocó su bolsillo, y eso no es compatible con un ludópata”, aseveró el persecutor.

Los delitos perpetrados por Garriga se registraron desde abril de 2011 y afectaron -entre otras organizaciones- a la comunidad Tenerife y a la comunidad israelita de Viña del Mar. Esta última, incluso, vio defraudados los fondos destinados a obras de beneficencia y gastos propios de parte de quien era el tesorero y administrador de la comunidad.