No es raro que en Internet circulen opiniones, afirmaciones, rumores y conspiraciones que se toman como ciertas, aunque poco tengan que ver con la realidad.

Un ejemplo de ello, es el clásico mito de la repasteurización de la leche, el cual indica que muchas cajas del producto ya vencido vuelven a las fábricas, donde son sometidas una y otra vez al proceso de pasteurización, matando nutrientes y todas las propiedades del líquido. Esta versión señala que los números ubicados en la parte posterior del envase indican el número de veces que el lácteo pasó por el proceso de “esterilización”. Pese a que muchas ocasiones, la propia empresa Tetra Pack ha aclarado que esto es completamente falso, y que los dígitos sólo indican el número de bobina en que se fabricó la caja, la falsa creencia se sigue difundiendo.

En este sentido, el portal especializado en tecnología Alt1040, enumeró algunas premisas en la que se basan las falacias que se propagan en foros y redes sociales.

1. Argumento ad hominem o “argumento al hombre”: Se refiere a cuando se desacredita a una persona por lo que es y no por sus dichos. Se alude a “características de esta persona para generar una sensación de falsedad en su argumentación, pero no para probar esta falsedad”, indican. Por ejemplo, se hace referencia a la riqueza, origen socieconómico o pertenencia a un grupo de una persona, para desestimar sus afirmaciones. Esto sólo puede servir como argumento para “destapar una incoherencia omitida por una persona”.

2. Falacia ad populum o sofisma populista: Es cuando se hace pasar una opinión personal como la opinión de una mayoría, sin tener pruebas de que así sea. Además, esto puede llevar a una doble falacia: la de hacer creer que la opinión de la mayoría es la correcta, aunque no siempre sea así.

3. Cum hoc, ergo propter hoc o “con esto, luego a causa de esto”: Se conectan dos hechos simples, sin pruebas de que una cosa sea consecuencia de la otra. “Como A es anterior o simultáneo a B, B es consecuencia directa de A. Se suele usar mucho para defender pseudociencias y teorías conspiranoicas”, señalan en Alt1040, agregando que correlación no es sinónimo de causalidad.

4. Argumento ad verecundiam: Consiste en decir que algo es cierto, atribuyéndolo a un supuesto experto en la materia. “El argumento ad verecundiam (…) es bastante similar a la falacia ad populum, ya que supone otorgar a un argumento un valor que no posee por sí mismo. Hay diversas formas de usar la opinión de un tercero para dar validez a una argumentación, que van desde nombrar ‘diversos estudios’ sin citarlos a dar una cita literal, pero sacada de contexto de una autoridad. En cualquier caso, son falacias”, explican.

5. Argumento ad nauseam: Alt1040 dice que esta premisa se resume en la frase atribuida a Joseph Goebbels, Ministro de propaganda nazi,: “una mentira repetida mil veces se transforma en realidad”.