La compañía gestora de la central accidentada de Fukushima indicó que reactivó este lunes una segunda unidad de descontaminación de líquido radiactivo, sistema clave para intentar solventar la crisis del agua contaminada.

La unidad A del “proceso avanzado de tratamiento líquido” (ALPS en inglés) volvió a funcionar (por ahora en forma de tests en caliente) después de permanecer inactiva varias semanas por diversos problemas.

Otra unidad similar funciona también desde finales de septiembre, con contratiempos de vez en cuando.

Una tercera unidad debería entrar en funcionamiento en noviembre, precisó Tokyo Electric Power (Tepco).

Mientras tanto, estas dos unidades (A y C) acopladas deberían tratar en total 500 metros cúbicos de agua contaminada al día para extraer de ella 62 de los 63 elementos radiactivos restantes, previa extracción con otro dispositivo de cesio 134 y 137.

Una vez pasado por el ALPS, el líquido resultante sólo contiene en principio tritio, aunque en cantidad demasiado alta para su vertido al mar.

Su cantidad deberá disminuir antes de pensar en mandar el agua al vecino océano Pacífico, algo inevitable tarde o temprano, según el presidente de la Autoridad de Regulación Nuclear, Shunichi Tanaka.

El ALPS, concebido por el grupo japonés Toshiba, es uno de los elementos primordiales de la estrategia de Tepco para tratar las 400.000 toneladas de agua radiactiva acumuladas en el emplazamiento, 300.000 de ellas en cisternas, cantidad de aumenta todos los días y no podrá ser almacenada eternamente, y menos en estos depósitos poco fiables.

El Gobierno tiene previsto destinar fondos a la puesta en marcha el año próximo de medios adicionales de descontaminación más potentes porque el ALPS no es suficiente.