Continúan las reacciones a la presentación del programa de Gobierno de la ex Mandataria, Michelle Bachelet. Esta vez, fueron los grandes empresarios quienes se refirieron a las propuestas en materia económica y a la reforma tributaria.

Andrés Santa Cruz, presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio, CPC, dijo que hay puntos razonables y que existen concordancias y diferencias, pero que el documento es un aporte a la discusión del país.

En el campo laboral, Santa Cruz indicó que muchos de los ofrecimientos de Bachelet han sido recogidos por la Declaración de Voluntades firmada por la CPC y la CUT y que, en materia energética, se va en la línea correcta.

Los mayores disensos se presentan con una eventual reforma tributaria, particularmente con el aumento del impuesto a las utilidades de las empresas y, sobre todo, con la eliminación del Estatuto de Inversión Extranjera y del Fondo de Utilidad Tributaria, FUT.

Jorge Awad, presidente de la Asociación de Bancos, aseguró que las propuestas laborales permitirán una mayor participación sindical y que la reforma tributaria facilitará el desarrollo de capital humano.

Awad le restó importancia a los cuestionamientos que ha recibido el programa de Gobierno de Michelle Bachelet, sobre todo a los emanados desde el Palacio de La Moneda.

Restando 19 días para las elecciones presidenciales, tanto el Ejecutivo como el comando de Evelyn Matthei, han intensificado las críticas a las propuestas de Michelle Bachelet calificándolas como un “peligro para el crecimiento”.

Juan Andrés Fontaine, miembro del equipo programático de la abanderada oficialista, sostuvo que la reforma tributaria propuesta por la ex Presidenta es un freno al impulso competitivo.

La respuesta del comando de la candidata de la Nueva Mayoría corrió por parte de Andrea Repetto, integrante del equipo económico, quien aseguró que el modelo impositivo propuesto es más equitativo, eficaz para la inversión y con la capacidad de financiar las demandas sociales que el país requiere.

Al interior del movimiento estudiantil aseguraron que el visto bueno que le dio el gran empresariado al programa de Michelle Bachelet se debe al poco contenido del documento y a la intención de “dejar a todos los sectores contentos”.