La justicia española ordenó este martes la excarcelación de la etarra Inés del Río tras un fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que derogó el sistema de cálculo de reducción de penas por el que seguía en prisión y que podría beneficiar a decenas de detenidos.

Sólo 24 horas después que la corte de Estrasburgo fallase contra la denominada “doctrina Parot”, los 17 magistrados del pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional española decidieron “por unanimidad” dejar en libertad a Del Río.

“La resolución es clara y concluyente: incumbe al Estado asegurar la puesta en libertad de la demandante en el plazo más breve, ya que se encuentra privada irregularmente de libertad” desde el 3 de julio de 2008, afirmaba el dictamen.

Tras una hora y media de deliberación, los jueces decretaron “de manera inmediata su liberación, declarando extinguida la responsabilidad penal por cumplimiento de la condena”.

Poco después de anunciada la decisión, la orden de liberación fue comunicada a la prisión de Texeiro, en la localidad gallega de La Coruña, en el noroeste de España, donde Del Río cumplía penas acumuladas por un total de 3.828 años.

Condenada por una veintena de asesinatos en varios atentados y encarcelada desde 1987, la militante de ETA debía salir el martes por la tarde de la cárcel, frente a la que ya la esperaban medios de comunicación, familiares y amigos.

Con la aplicación de los beneficios penintenciarios existentes cuando fue condenada, por trabajo en prisión por ejemplo, Del Río, ahora de 55 años, debería haber quedado en libertad en 2008. Sin embargo, poco antes de su salida prevista se le aplicó de forma retroactiva la denominada “doctrina Parot”, que cambió la forma de contabilizar la remisión de condenas.

A partir de 2006, la justicia española había establecido que las reducciones de pena se descontaran de cada una de las condenas de un preso y no del tiempo máximo de estancia en prisión, fijado en 30 años en aquel entonces.

Miembro del histórico Comando Madrid de ETA, uno de los más mortíferos de la organización separatista armada vasca, Del Río se veía así en prisión hasta 2017.

Sin embargo, la decisión del Tribunal Europeo permite su liberación inmediata y podría también abrir las puertas a decenas de presos de ETA en situación similar, que tendrán no obstante que presentar recursos caso por caso.

Entre ellos, uno de los primeros debería ser el también miembro del Comando Madrid Antonio Troitiño, detenido en el Reino Unido, que en febrero recurrió ante el Tribunal Superior de Londres la decisión de extraditarlo a España.

Nacida en la localidad navarra de Tafalla, Del Río, conocida como “Nieves” o “la Pequeña”, participó en dicho comando a mediados de los años 80.

Entre los principales atentados en los que participó, un coche bomba contra un autobús de guardias civiles en la plaza de la República Dominicana de Madrid mató a 12 agentes en 1986. Ese mismo año, también en la capital española, fue responsable de la muerte de otros cinco guardias civiles, de nuevo con un coche bomba.

También participó en el asesinato a tiros de tres militares españoles en junio de 1986, año en el que huyó a Francia, lo que impidió que fuera detenida cuando se desmanteló el comando en enero de 1987.

Tras regresar a España fue detenida en julio de 1987 al volante de un vehículo cargado con 35 kg de explosivos para iniciar una campaña de atentados en el sur de España.

Su puesta en libertad suscitó la indignación de las víctimas de ETA en España.

“¿Por qué esta prisa en que esta sanguinaria asesina salga a la calle? Si alguien me lo explica quizá lo podamos entender, pero creo que no, porque no hay explicación”, lanzó la presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo durante un homenaje a los 12 guardias civiles muertos en 1986.

Las asociaciones de víctimas de ETA también convocaron una manifetación este domingo para mostrar su rechazo a la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.