El ex presidente peruano Alberto Fujimori abandonó este domingo una clínica de Lima donde estuvo internado desde el viernes y volvió a su prisión en una base policial donde cumple condena de 25 años por violación de derechos humanos, informaron sus familiares.

El ex mandatario, de 75 años, fue sometido a diversos exámenes médicos en los que se le detectó una cardiopatía hipertensiva, informó su hija Keiko, quien señaló que su padre presentó aumento de su presión arterial por asistir el jueves al inicio de un nuevo juicio en su contra.

Recordemos que Fujimori es acusado de financiar con dineros públicos a diarios sensacionalistas que a finales de su régimen tenían la consigna de denigrar y difamar a sus opositores políticos.

El fiscal ha pedido se le imponga una pena de ocho años de cárcel y el pago de un millón de dólares como reparación civil.

Al presentarse en la audiencia judicial Fujimori presentó una imagen deteriorada, vestido informalmente, despeinado y con un aparato para medirse la presión arterial, lo que generó cuestionamientos de la prensa y de sus críticos que señalaron que trataba de impresionar al tribunal al presentarse como víctima.

Keiko Fujimori ha rechazado las críticas, señalando que la salud de su padre “es frágil” por una hipertensión arterial que arrastra desde hace años y por un problema cancerígeno que le afectó la lengua, por lo que fue sometido a intervenciones quirúrgicas.

No obstante su estado, dijo que su padre “tiene intención de seguir con el proceso judicial y demostrar su inocencia”. El juicio continuará el lunes 29.