Es considerado por muchos el más importante y más popular poeta de habla hispana del siglo XX. Leído por generaciones y generaciones (¿generaciones de qué?), inspiración para tantos, una vida –con claros y oscuros- apasionada que traspasó con creces su escritura, haciendo de sus amores, sus residencias, su comida y la política parte de su vida, de su obra.

Se cumplen 42 años del día en que recibió el principal reconocimiento para un escritor a nivel mundial –y hace poco 40 de su muerte o tal vez de su asesinato, ya que hay serias dudas sobre las causas de ésta-, y ese Neruda universal sigue faltando, porque su legado depende casi exclusivamente de la Fundación Neruda y el Estado de Chile –y el actual Gobierno- poco han hecho para difundir su obra, su memoria.

Después de un velorio y un funeral que han pasado a la historia como uno de los episodios más oscuros y vergonzosos  –al menos para la Cultura en Chile-, Neruda no ha tenido un acto de desagravio que esté a su altura –como lo fuera, por ejemplo, el funeral de Salvador Allende-, como tampoco se ha logrado que se lea realmente libre de prejuicios.

El segundo Nobel para nuestro país

El 21 de octubre de 1971 le es concedido el Premio Nobel de Literatura y viaja a Estocolmo a recibirlo el 10 de diciembre.

La Academia sueca le concede este premio a Neruda, por ser autor de una poesía que le da fuerza y sueños al Continente. El escritor cuenta entonces con sesenta y siete años.

Su última aparición en público fue el 5 de diciembre de 1972, donde el pueblo chileno realizó un homenaje al poeta en el Estadio Nacional.

Además un jueves 21 de octubre de 1982, Colombia se alborotó con la noticia de que Gabriel García Márquez había ganado el Premio Nobel de Literatura.

La Academia de Letras de Suecia no había vuelto a escoger a nadie de América Latina después de Gabriela Mistral (1945), Miguel Ángel Asturias (1967) y Pablo Neruda (1971).

http://www.youtube.com/watch?v=rdm8JM-khcg