La Corte Suprema condenó a Cruz Blanca a pagar más de 15 millones de pesos a un afiliado y su cónyuge, por el daño provocado al retardar la atención de salud de la mujer, incumpliendo el contrato suscrito por las partes.

En fallo unánime, los ministros de la Primera Sala del máximo tribunal rechazaron el recurso de casación presentado en contra de la sentencia que condenó a la isapre a indemnizar al afiliado Vladimir Karstulovic Escobar, y su esposa Guacolda Pérez Cortés, beneficiaria del plan de salud.

La resolución descarta que la decisión adoptada por el Primer Juzgado Civil de Viña del Mar y ratificada por la Corte de Apelaciones de Valparaíso, que determinó el incumplimiento contractual de la isapre, se haya adoptado con infracción legal.

El fallo señala que la cónyuge tiene todos los derechos que el plan otorga, ya que según lo dispuesto por la Ley 20.584, “es beneficiario tanto quien suscribe el contrato de salud como sus beneficiarios”. Agrega que la parte demandada retardó reiteradamente el cumplimiento del Contrato de Salud Previsional, debiendo los demandantes recurrir continuamente a la Superintendencia de Salud, la cual si bien resolvía a favor de la beneficiaria, volvía a insistir en que no procedía la cobertura para la intervención que debía ser objeto.

Los magistrados concluyen que “resulta de toda evidencia que los demandantes han sufrido dolor y aflicción, derivado de las continuas negativas injustificadas para el otorgamiento de cobertura de las prestaciones reclamadas, que ocasionaron incertidumbre al respecto, e incluso la demandante habiéndose sometido a la intervención de lipectomía abdominal, con fecha 30 de marzo de 2009, tuvo que esperar varios meses para obtener un dictamen favorable por la Superintendencia de Salud, daño moral que no solo sufrió dicha demandante como beneficiaria, sino también el demandante Vladimir Karstulovic Escobar, titular del contrato”, sostiene el fallo.

De acuerdo a la resolución, todo esto causó un perjuicio moral a los actores, “al mantener a don Vladimir Karstulovic en la incertidumbre de un protesto inminente, y al tener que soportar el estado emocional de su cónyuge, quien sufre de una depresión comprobada a consecuencia del trato recibido por la Isapre demandada”.

La indemnización se divide en 71.694 pesos por daño emergente; 10 millones de pesos para la beneficiaria Guacolda Pérez, por daño moral; 5 millones para Vladimir Karstulovic.