Barack Obama promulgó la madrugada del jueves la ley aprobada in extremis por el Congreso para elevar el límite de la deuda del país hasta el 7 de febrero, alejando por el momento el riesgo de un default y dando lugar a la reapertura del gobierno.

Obama firmó la ley luego que en la noche del miércoles la Cámara de Representantes aprobara el texto que poco antes había obtenido la anuencia del Senado, alejando a la economía estadounidense del borde del abismo en que se encontraba por la posibilidad de un default potencialmente catastrófico.

Ahora, republicanos y demócratas deberán negociar el demorado presupuesto del año fiscal 2014 para mediados de diciembre.

A pesar del acuerdo trabajosamente negociado por los jefes de las bancadas en el Senado del oficialista Partido Demócrata y del opositor Partido Republicano, casi dos tercios de los representantes del GOP votaron en contra, dejando en evidencia la profunda división reinante en el partido de oposición.

El voto favorable en el Congreso se definió a pocas horas de la fecha fatídica -este jueves- fijada por el Departamento del Tesoro para elevar el límite del endeudamiento del país, so pena de quedarse sin recursos para hacer frente a sus obligaciones.

Se aplazó el forcejeo

Así, el acuerdo aplazó el forcejeo entre ambos partidos que dejó a la economía estadounidense al borde del default y puso en vilo a los mercados financieros en todo el mundo.

La ley aprobada elevó el límite de la deuda estadounidense hasta el 7 de febrero y permitió la reapertura del Estado federal hasta el 15 de enero.

Asimismo, prevé la convocatoria de una comisión bicameral para negociar un presupuesto para el año fiscal 2014, con plazo hasta el 13 de diciembre, por lo que ambos partidos tienen poco más de dos meses para reconciliar sus posiciones.

Obama insistió en la noche del miércoles que estaba “listo para trabajar con todos (…) sobre cualquier idea que haga crecer la economía, crear empleos, reforzar la clase media y definir un presupuesto de largo plazo”.

La Casa Blanca ordenó a todos los empleados federales a que regresen este jueves a sus puestos de trabajo, luego de la votación en el Congreso.

Desde el 1 de octubre, 900.000 funcionarios públicos están de licencia sin goce de sueldo a causa del cierre del gobierno federal, debido a que el Congreso no había logrado votar una ley de presupuesto 2014 antes del 1 de octubre, cuando comienza el nuevo año fiscal.

“Importante y necesario”

La directora del FMI, Christine Lagarde, saludó el acuerdo, al que describió como “importante y necesario”.

“Mirando hacia adelante, será esencial para reducir la incertidumbre en torno a la política fiscal aumentando el límite de endeudamiento de una forma más duradera”, dijo.

“También alentamos a Estados Unidos a aprobar un presupuesto para 2014″ con la aplicación de medidas “que no dañen la recuperación” y “adoptar un plan fiscal equilibrado y exhaustivo a mediano plazo”, señaló.

El acuerdo para conjurar un default y una pérdida de confianza en la capacidad del Estados Unidos para honrar sus deudas también habría puesto en juego la suerte del dólar, moneda de reserva mundial, y la de los bonos del Tesoro, colocaciones consideradas como las más seguras del planeta.

Recuperar la confianza

Obama dijo que la clase política tiene por delante el desafío de “recuperar” la confianza de los estadounidenses.

También indicó que estaba listo a continuar trabajando con ambas bancadas, pero alertó que “es necesario cesar de gobernar de crisis en crisis”.

El presidente republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner, modificó la estrategia de bloqueo que venía exhibiendo para permitir la aprobación de la ley.

El bloqueo, por el cual presionaba el influyente sector ultraconservador Tea Party, buscaba abrogar la reforma de la salud, promulgada en 2010, y piedra angular del proyecto político de Obama.

Boehner prometió, no obstante, seguir combatiendo “la catástrofe que representa la ley de reforma de la salud”.

El Tea Party ejerció la más férrea oposición a las iniciativas de presupuesto de la Casa Blanca.

Impacto en la economía

El bloqueo político que llevó al cierre parcial del gobierno implicó una pérdida de 24.000 millones de dólares para la economía estadounidense y repercutirá en el PIB en el cuarto trimestre, con un impacto de 0,6 punto porcentual, con un crecimiento de 2% para ese período, dijo la calificadora Standard & Poor’s.

S&P advirtió de la posibilidad de más daños si la batalla política en torno al presupuesto y el techo de la deuda se reanuda en enero.

El martes la agencia Fitch anunció que consideraba bajar la nota de la deuda soberana de Estados Unidos, actualmente la mejor posible (AAA).

Fitch subrayó que “las autoridades estadounidenses no elevaron el techo de la deuda en tiempo debido”. Ya en 2011, un precedente enfrentamiento entre la Casa Blanca y Boehner había provocado a Estados Unidos la pérdida de su nota “AAA” por parte de la agencia Standard and Poor’s.