El ex ministro del Interior inglés, Jack Straw, se mostró indignado con la llegada de Augusto Pinochet a Chile y el apoyo que recibió de sus adherentes, luego de estar 16 meses detenido en Reino Unido.

En entrevista con Canal 13, el político explicó que los exámenes médicos de 1999 realizados por especialistas de la Fiscalía inglesa y de la Embajada chilena determinaron que el ex mandatario no podía enfrentar un juicio, no por su incapacidad para caminar, sino por su estado mental por lo que decidieron permitir su retorno al país.

“Si yo rechazaba esa evidencia, entonces sería llevado a la Corte y probablemente destituido…”, expresó Straw, agregando que hubiese sido un proceso vergonzoso.

“Sentí que el general Pinochet había puesto una venda en los ojos de los médicos y que se salió con la suya de forma impropia”, sentenció.

Regreso del general

El político británico recordó que en Chile había una campaña enérgica para lograr el retorno del dictador, respaldada en Reino Unido por la ex primera ministra Margaret Thatcher y aseguró que ella presionó al Jefe de Gobierno de aquel entonces, Tony Blair.

Además, declaró que tuvo que hacer frente a la sugerencias a favor del militar.

“Tuve que decirle: señor Blair, si usted comienza a hacer lobby conmigo, tiene que quedar registro, y si va a la Corte, tenemos que desclasificar ese registro a la contraparte, al gobierno de España”, recordó Straw.

El ministro del Interior admitió que no logró su objetivo de extraditar a Pinochet a España y aclaró que se arrepiente de no haber continuado con el proceso, pero aseguró que tomó la decisión de acuerdo a las evidencias disponibles.

Sin embargo, el balance que hizo Straw fue: “Lo que leí de la gente con la que estuve fue que los 16 meses que el general Pinochet pasó en custodia en el Reino Unido le permitieron a los chilenos poner término a su legado y romper con su pasado”.