En prisión preventiva quedó Eduardo Cruz Berríos, sujeto de 53 años de edad sindicado como el líder de una presunta secta que operaba en Curacaví, luego que el Juzgado de Curacaví lo formalizara por los delitos de abuso sexual y violaciones en contra de una menor de edad.

Entre tanto, su hijo Israel Cruz Parra, de 27 años, también fue enviado a prisión por los mismos cargos, mientras que su tío, Alejandro Cruz Berríos, de 54, fue formalizado por porte ilegal de armas de fuego y municiones. El tribunal lo dejó libre y con la medida cautelar de firma semanal y arraigo nacional.

Cabe señalar este último fue arrestado por tener en su poder dos pistolas, un revólver, un rifle y municiones de guerra.

Los abusos contra la menor se habrían cometido en el 2010 y el caso era indagado desde 9 octubre de ese año, luego que la madre de la pequeña presentara una denuncia.

Padre e hijo quedaron presos en el penal Santiago 1, al ser calificados como “un peligro para la sociedad y la víctima”, luego que el fiscal Luis Cáceres pidiera la cautelar al juzgado, la que fue acogida.

Según los antecedentes, la comunidad religiosa funcionaba en la parcela 92, sector Los Naranjos y en ella participan unas 30 personas, las cuales tienen lazos familiares.

De acuerdo a las indagaciones, ambos sujetos habrían aprovechado el estado de indefensión de la adolescente, quien es hija de un primo del líder y ex miembro de la comunidad que había comenzado a funcionar en Renca.

Finalmente, se informó que el tribunal fijó un plazo de 60 días para la investigación del caso.